Entre los documentos que ayer se firmaron en el cierre de la Cumbre de Presidentes del Mercosur, el Canciller argentino, Jorge Faurie, destacó la declaración presidencial por la situación en Venezuela.
“Por primera vez tuvimos una declaración sobre Venezuela por la crisis humanitaria dramática, que fue acompañada por los cuatro países fundadores del Mercosur, mas la adhesión de Chile” señaló Faurie.
Sin embargo, el presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el único que no acompañó la declaración, y mantiene una postura diferente al resto de los presidentes de sudamérica sobre el actual panorama en Venezuela.
La declaración presidencial fue rubricada por los Presidentes de la República Argentina, Mauricio Macri; de la República Federativa del Brasil, Jair Messias Bolsonaro; de la República del Paraguay, Mario Abdo Benítez y de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez Rosas; Estados Partes del MERCOSUR, con la adhesión de la República de Chile, República de Colombia, de la República del Perú, República de Ecuador, República Cooperativa de Guyana y la República de Suriname.
“Expresaron la importancia de trabajar por la consolidación de una región políticamente estable, próspera e integrada, basada en ideales de democracia y la defensa de los derechos humanos y manifestaron su preocupación por la grave crisis que atraviesa Venezuela, que afecta seriamente la situación humanitaria y de derechos humanos, tal como señalado en el informe publicado el 4 de julio de 2019 por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que ha forzado a más de 4 millones de venezolanos a emigrar en busca de mejores condiciones de vida” señala el primer párrafo de la declaración.
El documento oficial agrega que los mandatarios “coincidieron en que la comunidad internacional debe continuar contribuyendo, por todos los medios pacíficos a su alcance, a buscar un pronto retorno de la institucionalidad democrática a ese país y decidieron continuar promoviendo el restablecimiento pleno de la democracia y del Estado de Derecho en Venezuela, incluyendo la celebración de elecciones presidenciales libres, justas y transparentes en el menor tiempo posible”.
Por último, los presidentes firmantes “reconocieron el severo deterioro de las condiciones de vida del pueblo venezolano y la necesidad de continuar coordinando esfuerzos a fin de dar respuestas integrales para atender la crisis migratoria, humanitaria y social que vive ese país, preservando la dignidad y los derechos fundamentales de los venezolanos”.