La Selección argentina está en un momento crítico. Sin ideas, sin fútbol, sin resultados, sin fuego sagrado, sin actitud, sin suerte. El equipo de Jorge Sampaoli empató 1 a 1 con Venezuela de local y sigue en zona de repechaje. Solo quedan dos fechas en estas Eliminatorias, ante Perú y Ecuador.
Argentina tuvo en los pies de Mauro Icardi las chances más claras: en el primer tiempo desperdició tres oportunidades que podrían haber terminado en gol. Pero no estuvo fino y el arquero venezolano Wuilker Faríñez se convirtió en héroe. Con el correr de los minutos, la Selección entró en un nerviosismo generalizado del que nunca se pudo recuperar.
En el arranque del segundo tiempo Jhon Murillo aprovechó el desconcierto de la última línea: el venezolano no dudó ante Sergio Romero y convirtió el 1 a 0 ante un Monumental visiblemente golpeado. En la jugada siguiente, y tras un buen desborde de Marcos Acuña, Rolf Feltscher la metió en contra y puso el 1 a 1.
En el medio, Sampaoli sacó a Paulo Dybala (hizo poco, muy poco) y puso a Darío Benedetto. También sacó a Icardi para darle minutos a Javier Pastore, un generador de juego. El Pipa no tuvo ninguna chance clara y el Flaco no le dio frescura al ataque. Fue 1 a 1 y silbidos en el final, mezclado con una ovación contundente para Messi.