El planteo es similar, aunque de mayor alcance, al bono que reclamó y obtuvo por decreto de necesidad y urgencia (DNU) en noviembre del año pasado en compensación por la pérdida generalizada de poder adquisitivo en los salarios al cabo de un año de aceleración inflacionaria. La CGT discutía entonces un paro como método de presión, una medida que en la actual coyuntura está descartada por parte de la dirigencia.
En aquella oportunidad Macri firmó la normativa 1043/2018 que consagró el pago obligatorio de $5.000 en dos cuotas de 2.500 pesos para todos los trabajadores del sector privado, y que luego estiró a los estatales mediante otra resolución, así como la creación de un mecanismo transitorio que complejizó el trámite administrativo para concretar despidos individuales en las empresas. La primera medida tuvo un alcance limitado y la segunda, nulo.
La “mesa chica” se reunió ayer desde las 17 en la sede del gremio estatal UPCN. Encabezaron el encuentro los secretarios generales de la central, Héctor Daer y Carlos Acuña, y participaron el anfitrión, Andrés Rodríguez, así como Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Antonio Caló (metalúrgicos, UOM), Roberto Fernández (colectiveros, UTA), Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad), Hugo Benítez (textiles), Jorge Sola (seguro), Carlos Frigerio (cerveceros) y Rodolfo Aguiar (panaderos).
También estaban dirigentes que sin formar parte del Consejo Directivo de la CGT retornaron al núcleo de decisiones como Omar Viviani (taxistas), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Marcos Castro (Capitanes de Ultramar). El grueso de los participantes había formado parte casi un mes antes en un encuentro que sostuvieron en la misma sede gremial con Alberto Fernández para consagrar el respaldo de la central (no de forma orgánica pero sí mayoritaria) al candidato presidencial del Frente de Todos.
“Creo que parte del Gobierno tomó lectura del resultado; el que no lo hizo fue el Presidente, que cree que hizo todo bien y nadie lo comprende”, razonó Daer al término del cónclave. El gremialista de Sanidad consideró que Macri “tiene que bajarse de la campaña, dejar la crispación que manifestó tanto el día de la elección como ayer, y empezar a pensar que tiene que gobernar el país”.
Por su parte, Andrés Rodríguez apuntó ante este diario: “La CGT estuvo evaluando que sería muy importante en la coyuntura generar un clima de paz, de tranquilidad y de contención. Indudablemente lo que pasó con la devaluación abrupta y creciente va a traer más ritmo inflacionario y pérdida de poder adquisitivo. Que el Gobierno asuma su responsabilidad para defender la institucionalidad hasta el final de su mandato”, señaló.
En la discusión los dirigentes también estuvieron de acuerdo en la necesidad de que el Gobierno tome la iniciativa de buscar un diálogo con la oposición, en particular con Alberto Fernández, aunque la conferencia de prensa de Macri con Miguel Ángel Pichetto los hizo temer lo contrario.