Claro que en el interín, el nuevo equipo de Hacienda debe acomodarse a los deseos oficiales de campaña de Cambiemos tendientes a intentar enviar señales a la clase media y baja de mejoras en el poder adquisitivo. En tal sentido Lacunza deberá sentarse primero con el presidente Macri para anoticiarlo sobre posibles cursos de acción y medidas económicas. El tema del dólar, obviamente, no estará para nada ausente. Es más tendrá que esbozar la estrategia, aparentemente, ya consensuada con el BCRA en cuanto a las intervenciones en el mercado cambiario. Acá no hay mucho para salirse del libreto con el Fondo. Solo flexibilizar cierta actitud en caso de alguna disrupción del tipo de cambio. Lo cierto es que, Lacunza, que conoce bien las entrañas del BCRA, ya se fue ayer con una idea acabada del poder de fuego real con que cuenta el ente monetario.
Mientras tanto se viene por delante una nueva licitación de Letes (clave en este contexto) y por otro lado el vencimiento de una operación del BCRA pactada con bancos extranjeros que podría complicar al mercado.