Un maestro de San Juan lleva cinco meses de luto por el fin de su relación sentimental al punto de que llora cuando está al frente del curso de tercer grado que dicta en la escuela General Bartolomé Carreras y no puede dar clases.
La directora del establecimiento, Alejandra Peralta, confirmó que de los 19 chicos que empezaron el ciclo lectivo en el 3° B de la escuela ubicada en el barrio Aramburu del departamento de Rivadavia apenas ocho siguen en carrera.
El resto fue reubicado en otros colegios por sus padres para que “tengan clases normales de una vez por todas”.
Lo que ocurre es que los chicos que siguen en la escuela terminaron en la sala de Computación con una docente auxiliar porque el maestro de 37 años concurre diariamente pero se encierra en su aula a llorar.
Las autoridades de la escuela aseguraron que “amenazó con denunciarlos por discriminación si lo sacan del aula”, pero no hubo manera de calmar su angustia hasta el momento.
Peralta explicó que en una oportunidad, cuando quisieron disuadir al maestro él “se tiró al suelo llorando y preguntándole a los niños si lo querían o si también lo iban a abandonar”. Los chicos reaccionaron con angustia y rodearon a su maestro.
Después de esa escena, Peralta decidió separar a los chicos del maestro para evitar que los afectara.
“Ahora sigue yendo todos los días a la escuela. Llega a horario y se encierra en el aula hasta que suena el timbre de salida. No molesta a nadie” contó María Rojas, mamá un alumno.
“Los padres decidimos presentar nuestro reclamo, pero hasta ahora no tuvimos una solución concreta”, dijo Ayelén Araya, mamá de otra alumna.
“Es mentira que los alumnos andan deambulando por los otros cursos como dicen en la escuela”, sostuvo por su parte el ministro de Educación de San Juan, Felipe De Los Ríos, quien reconoció que los chicos “estuvieron dos o tres días sin docente y recibieron clases en otros cursos” pero ya tienen docentes asignados.
Sin entrar en detalles, De los Ríos arriesgó que al docente “le sobrevino algún tipo de enfermedad profesional, porque tiene bastante antigüedad y esto le ocurrió de repente”.
“Internamente se labró un sumario para hacer una investigación y esta semana va a tener una resolución, que muy probablemente sea suspender al docente en forma preventiva por cuestiones de salud”, aseguró el ministro.
La solución habría tardado cinco meses en aparecer, y en ese lapso de tiempo los alumnos que no se fueron a otras escuelas o colegios se la pasaron en manos de otros docentes, según se quejaron sus padres.
Por eso la supervisora escolar del la zona 22 de Rivadavia, Antonia Guzmán, aseguró a medios sanjuaninos que las autoridades se van “a enfocar en que los alumnos recuperen el tiempo perdido dándoles clases de apoyo para nivelarlos”.
Pero Guzmán ya aclaró que “el docente involucrado tiene un cargo titular en la institución” por lo que “no se puede nombrar un docente suplente para que lo reemplace, tal como solicitaron los padres, sin que concluya el expediente administrativo”.
Fuente: Nexo Diario