Argentina sacó a relucir todas sus virtudes en un partido muy complicado para quedarse con una victoria clave ante Nigeria por 94-81 que lo deja con la clasificación a la segunda fase del Mundial. Partidazo de Luis Scola (23 puntos y 10 rebotes) y Patricio Garino (17 puntos, 7 rebotes, 3 robos y 4 tapas).
Pablo Cormick, que realiza la cobertura especial desde China para LT9 comentó este lunes en Primera Mañana que "la victoria es fundamental y fue una muy buena victoria en la que el eterno Luis Scola fue el máximo anotador del partido y se transformó en el segundo máximo anotador de los mundiales".
"Argentina tiene siete jugadores por encima de los dos metros, pero a pesar de esas diferencias físicas, los rebotes era algo que preocupaba y lo ganó porque tomó un rebote más que el equipo africano. Lo explicaban los jugadores después del partido, que no solo se trata de la altura sino de la voluntad y eso no le falta al equipo argentino", agregó Pablo Cormick.
Era un partido clave para las aspiraciones de los dos, sobre todo para Nigeria que no tenía margen de error. Argentina por su parte debía repetir el libreto implementado ante Corea del Sur, limitar al rival y dominarlo psicológicamente, sacarlo de partido y llevarlo a su juego, sobre todo para compensar las falencias propias, especialmente el blindaje de su propio tablero.
Los de Hernández arrancaron con mucho movimiento de balón, variando entre los tiros abiertos de Brussino (2/2 triples) o las acciones de uno contra uno de Scola (7) y Garino (7) para dañar bien cerca del aro. Nigeria en tanto mostró una cara distinta al debut, más intenso y concentrado, pero también mucho más dinámico.
Los atrapes en la mediacancha fueron claves para dificultar que los africanos pudieran lastimar en el juego interno. ¿La consigna? obligarlos a tiros abiertos y que no puedan profundizar el balón. Con un Campazzo magistral para conducir, y un rendimiento casi sin fisuras, Argentina se quedó con el primer capítulo: 28-17.
Pero cuando Argentina había alcanzado su mejor rendimiento, en la rotación perdió orden y efectividad. Nigeria bloqueó su aro y explotando la velocidad comenzó a dañar en transición con un parcial de 8-2 en 3m15s. Okogie (10) y Nwora (8) comenzaron a pesar también en el ataque estacionado y los africanos, que llevaron el partido a un juego mucho más fisico, pasaron al frente por primera vez (33-32).
El regreso de Campazzo le dio más fluidez al ataque, sobre todo porque se generaron espacios para los tiros abiertos, pero el aro continuó cerrado hasta los últimos dos minutos del cuarto, cuando Argentina recuperó la intensidad atrá con Delía batallando ante las torres nigerianas, y en ataque apostó todas sus fichas a Garino (11) y Deck (10) para cerrar igualado la primera mitad: 43-43.
La diferencia que mostró Nigeria respecto al debut fue la concentración. Escasa ante Rusia, elevadísima hoy. A eso hay que agregarle una gran presión defensiva que Argentina no supo contrarrestar durante varios pasajes. Cuando Hernández apostó por Campazzo y Laprovittola, el equipo volvió a las fuentes, con más movilidad y encontrando espacios. El plan de juego se recuperó con Garino, una de las mejores cartas ofensivas en la noche de Wuhan.
Con el liderazgo de Scola tomando protagonismo y resolviendo cada pelota, Argentina fue ampliando la ventaja. Nigeria se fue desmoronando de a poco, perdió ritmo y quedó preso de la defensa del adversario, donde Delía resultó esencial para blindar el aro.
Argentina logró el objetivo trazado para este grupo, y solo quedará buscar una victoria más para llegar con ventaja a la próxima escala.
Victoria por 94 a 81 en un juego muy batallado ante el seleccionado nigeriano. Scola fue la figura con 23 puntos y 10 rebotes pero fueron determinantes los aportes de Patricio Garino (17) y Facundo Campazzo (14) en ambos costados de la cancha.