Continuando con la interminable secuencia que se inició en marzo de 2015, esta madrugada los quemacoches pasaron por María Selva. Los vecinos de calle Mitre al 6200, a la vuelta de la escuela Macagno, se sorprendieron con el estallido de los vidrios de un Crevrolet Chevette que permanecía estacionado a pocos metros de la esquina de Pedro de Vega desde hace unos cuantos días.
El coche quemado no tenía chapas patentes, luces y estaba en franco estado de abandono. El fuego se encargó de destruir el resto, como lo muestran las imágenes.
Desde 2015 son más de 700 los autos incendiados intencionalmente en Santa Fe.