El equipo periodístico y técnico de LT9 realizó una cobertura especial del debate presidencial este domingo en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, en lo que será el primero en la historia que se realiza fuera de la ciudad de Buenos Aires.
Los candidatos presidenciales se sacaron chispas en medio de cruces y chicanas. El postulante del Frente de Todos, Alberto Fernández, acusó una y otra vez a Mauricio Macri de mentir, mientras el presidente enumeró los logros de su gestión y respondió los golpes con acusaciones de corrupción. Mientras tanto, Roberto Lavagna expuso su plataforma de gobierno mientras el resto repartió acusaciones y denuncias.
Los seis candidatos a presidente, Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, debatieron desde las 21 en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en la ciudad de Santa Fe.
Los periodistas María Laura Santillán y Rodolfo Barili explicaron los detalles de la ley de 2016 que establece la obligatoriedad de los debates presidenciales y luego se presentaron los candidatos en el orden establecido por sorteo, comenzando por Macri y seguido por Fernández. El actual presidente comparó la gestión presidencial con la administración de Cambiemos en la ciudad de Buenos Aires, mientras que el candidato del Frente de Todos recordó que "en 2015 hubo un candidato que mintió mucho". Espert manifestó que finalmente competirá "a pesar de las trampas de algunos de los aquí presentes", mientras Lavagna no perdió el tiempo y comenzó a exponer su plataforma.
El primer eje temático fue relaciones internacionales. Fernández destacó que el Mercosur "hace mucho tiempo está abandonado" y destacó que no quiere que una apertura perjudique al producto nacional.
Al abordar el tema economía y finanzas, Del Caño pidió respuestas "de la oposición" para resolver la fuga de capitales y llamó a anular las leyes que castigaron a los jubilados, mientras Gómez Centurión se manifestó en contra de las retenciones y los ingresos brutos. "Argentina es un país raro, destruye a la gente que vive en el país", expresó Espert, y apuntó contra políticos, funcionarios y sindicalistas: "Basta, Moyano, de currar con la justicia social". Lavagna remarcó que tanto el kirchnerismo como el macrismo "tuvieron el mismo resultado" para el bolsillo de los trabajadores, y Macri admitió: "Pensé que iba a ser más simple ordenar esta economía", aunque subrayó: "Estamos mejor". Fernández dijo que el actual presidente "nunca entendió cómo funciona" la economía argentina y aseveró: "Estamos en un punto en que todavía podemos cambiar".
"Dos de cada tres pesos que tomamos de deuda fue para pagar deudas del gobierno anterior", respondió Macri, y el candidato del Frente de Todos señaló a los "amigos" del presidente por fugar dólares. Del Caño incluyó a ambos sectores en la misma bolsa: "Acá también hubo cómplices", dijo, y se preguntó si en la mesa del acuerdo social "se van a sentar los mismos que nos vienen robando". Espert le afirmó a Fernández que no se puede exportar y hacer un shock de consumo al mismo tiempo. Macri apartó el foco y puso una cuota de ironía: "Me alegro que Alberto Fernández ahora hable de corrupción".
Santillán y Barili le cedieron la moderación a Gisela Vallone y Guillermo Andino para la segunda parte. Derechos humanos, diversidad y género fue el tercer eje temático.
Gómez Centurión izó una vez más su bandera más visible: "Me opongo sistemáticamente a cualquier ley de aborto", sostuvo, y también se refirió al "curro de los derechos humanos", el mismo término que utilizó a su turno Espert, quien además les preguntó a los sectores de izquierda: "¿Cuáles son los derechos humanos en la Venezuela de Maduro, en la China de Mao Tse Tung?". Lavagna dijo que "el principal derecho humano" es la alimentación, y Macri destacó que en Argentina "se vive en libertad" y añadió: "Siempre defenderé los derechos de todos". Fernández dijo que "los derechos humanos no pueden ser otra cosa que un imperativo en la sociedad" y destacó la importancia del "colectivo feminista" con sus reclamos, lo mismo que hizo Del Caño. Y también cruzó al postulante del Frente NOS: "No son provida, son antiderecho", dijo, para mostrar un pañuelo verde en su muñeca.
Parecía que los candidatos dejaban correr los treinta segundos del bloque de intercambio cada uno ceñido a su libreto, pero Espert le apuntó a Fernández con la causa de Sueños Compartidos. Lavagna cuestionó que los demás candidatos se refirieron "al pasado" y no "a los chicos que hoy pasan hambre". Fernández recogió el guante y expuso su intención de "terminar con el hambre".
Para arrancar el tema educación y salud, Espert propuso "declarar a la educación servicio público básico y esencial, para limitar el derecho de huelga", entre otras medidas, como "arancelar la Universidad pública" e instaurar el examen de ingreso. Macri enumeró los logros de su administración al brindar "las herramientas de los chicos para los trabajos del futuro", mientras Fernández cuestionó la educación en la gestión macrista y también la salud. "Él piensa que la gente tiene la desgracia de caer en la Universidad pública", dijo, le preguntó: "¿Por qué trató tan mal al Conicet y a los investigadores?", y concluyó: "El presupuesto educativo cayó un 40%, presidente. Usted dice pero no hace".
Macri afirmó que los jubilados del Pami ahora tienen las recetas en sus teléfonos y Alberto Fernández le respondió: "Ay, presidente, los abuelos no tienen celulares, no pueden pagarlos".
Del Caño propuso trasladar la educación a la Nación, Gómez Centurión llamó a "restaurar la escuela pública, que en los últimos años fue rehén de las mafias sindicales", y Espert dijo que hay que "quitarle las obras sociales a los sindicatos".
Fuente: La Capital