En una elección con final ajustado, Luis Spahn fue ratificado como presidente de Unión. Su victoria sobre Héctor Desvaux, representante de la oposición, refleja tanto un voto de confianza como un fuerte llamado de atención de una porción importante del electorado rojiblanco.
Con una participación del 51%, más de 6.300 socios se acercaron a votar, lo que demuestra el compromiso del hincha con la vida institucional del club. Y aunque Spahn logró retener el mando, el crecimiento de la oposición pone en evidencia una base social crítica, que exige cambios, resultados y mayor apertura.
Spahn inició su gestión en 2010, y con esta victoria alcanzará 15 años al frente del club. Un período extenso, con luces y sombras: ascensos, participación internacional, obras, pero también cuestionamientos por el rumbo deportivo y la falta de renovación dirigencial.
La nueva gestión tendrá como desafíos inmediatos la situación deportiva del equipo profesional, la mejora en infraestructura y la estabilidad económica, puntos que fueron centrales durante la campaña.