Una jornada histórica en Santa Fe, “un orgullo” que se haya elegido la provincia para el primer debate presidencial fuera de Buenos Aires, dijo el gobernador Miguel Lifschitz minutos antes de que los candidatos comenzaran sus alocuciones.
Lifschitz se ubicó en el sector de invitados especiales, igual que la intendenta Mónica Fein. Estaba presentes otros dirigentes de la provincia, entre ellos el gobernador electo Omar Perotti y su compañea de fórmula Alejandra Rodenas.
Entre los invitados había otros representantes de las fuerzas vivas de la provincia.