Además de su primera final, Colón se trajo a la capital paraguaya a unos 30.000 aficionados desde la ciudad de Santa Fe, ilusionados en ser testigos de una hazaña histórica.
Representantes del Guinness World Records intentarán probar en Asunción si se trata del desplazamiento de público más grande detrás de un partido de fútbol en el mundo, según medios de prensa argentinos y paraguayos.
Miles de hinchas formaron kilométricas colas con sus vehículos en el trámite de ingreso por la frontera entre Clorinda (Argentina) y Puerto Falcón (Paraguay), distante a unos 60 kilómetros de Asunción. Otros varios centenares se instalaron con carpas improvisadas en las orillas de la bahía de Asunción, en la Costanera, frente al Palacio de Gobierno en medio de un calor húmedo de 35 grados.
Y por la tarde, en la puerta del hotel Sheraton, miles de hinchas se congregaron para realizar un banderazo de apoyo al plantel, una vez que los jugadores regresaron del entrenamiento. El calor, la efervescencia, todo fue subiendo: era la última arenga antes de la gran final, esa que Colón aguardó pacientemente durante toda su historia.