El aumento que registrarán los precios de los combustibles a partir del jueves "será de entre el 5% y el 6%" y el 1 de diciembre se aplicará otro incremento en los surtidores.
Así lo afirmó este martes el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, Gabriel Bornoroni, quien señaló que el incremento de diciembre será por reajuste de precios y por escalada de impuestos.
El estacionero explicó que este miércoles 13 vencerá el congelamiento de los precios que el Gobierno había dispuesto el 14 de agosto pasado tras perder en las elecciones primarias del 11 de agosto.
Bornoroni explicó que si se termina el congelamiento podría mejorar el abastecimiento dado que por la medida electoral que había dispuesto el Gobierno las petroleras empezaron a aplicar cupos, lo que generó escasez.
Si bien las estaciones de servicio de bandera (con sello de las petroleras) tenían nafta y gasoil para comercializar, las denominadas “bandera blanca” sufrieron el desabastecimiento “e incluso algunas cerraron” en estos noventa días, señaló el empresario cordobés.
En declaraciones a radio La Red, dijo que el sector venía con una caída en las ventas del 5% mensual, por lo que si este aumento viene a liberar el mercado con pleno abastecimiento, la comercialización podría incrementarse.
“El congelamiento con desabastecimiento y cupo generó una crisis importante en nuestro sector. Algunas estaciones de servicio cerraron”, aseguró Bornoroni.
El dirigente indicó además que el 1 de diciembre coincide con el incremento al impuesto a los combustibles, que se sumará a una actualización de precios, por lo que habrá un alza que ejercerá una mayor presión en el bolsillo de los consumidores.
“A partir del 10 de diciembre viene un nuevo Gobierno que seguramente va a tener una política energética clara, tal como lo viene diciendo. A partir de ahí las petroleras van a esperar cuáles son los nuevos lineamientos para la política energética”, dijo.
Bornoroni dijo que por las marchas y contra marchas del gobierno de Mauricio Macri, las empresas que están extrayendo petróleo crudo en Vaca Muerta están trabajando al 50% de su capacidad, por lo que se necesita una “política clara” que de previsibilidad al sector.