El próximo 15 de octubre no quedará un sólo miembro de ningún país de la emblemática Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) uno de los pocos sitios donde la Argentina desplegó sus buenas dotes en misiones de paz.
Ocurre que en la última década la actividad internacional del país en este tipo de contribuciones multilaterales se redujo, y quedó concentrada, por una parte, en la asistencia internacional a la población haitiana, y por la otra en la ya histórica misión de casi 300 cascos azules nacionales en Chipre.
Pese a estar concentrados en esos dos sitios específicos, los militares argentinos tuvieron una destacada y respetada actuación, que ahora se transformará por completo, y derivará en una fuerza policial también controlada por la ONU.
Para esa nueva misión para el apoyo a la justicia en Haití (MINUSJUTH), el Gobierno enviará a efectivos de Gendarmería.
Las señales que está dando es que se manejará ese número a la "carta", según el pedido que le hagan desde Puerto Príncipe y Nueva York. Y en las últimas semanas se baraja el nombramiento del diplomático Pedro Von Eyken como nuevo embajador en la isla.
Por otra parte, los militares seguirán concentrados en Chipre, y también ahora hay un compromiso con el proceso de paz en Colombia pero con el envío de observadores militares, ya que no son estrictamente cascos azules armados.
El plan argentino es el de participar con 15 policías civiles(gendarmes del Ministerio de Seguridad) y la disposición a incrementar la fuerza si fuera posible y necesario, informó ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador Martín García Moritán, cuando hizo su discurso sobre la presencia argentina en Haití.