Rosario Central dio el batacazo al batir a Boca Juniors 1-0 en Mendoza y dejarlo fuera de la Copa Argentina. en el Estadio Malvinas Argentinas y por los octavos de final, el equipo del uruguayo Paolo Montero, quien se jugaba el puesto en la noche mendocina, se impuso por el gol de Mauricio Martínez, a los 25 minutos del primer tiempo, y desde entonces puso énfasis en defender esa tan valiosa y necesaria ventaja.
Boca distó de mostrar en el escenario cuyano el nivel apabullante que le permite destacarse en la Superliga, certamen que lidera con puntaje ideal.
Ya en tiempo adicionado los rosarinos se quedaron con un jugador menos por la expulsión del volante Leonardo Gil.
Por los cuartos de final, el elenco de Montero se enfrentará con el prevalezca entre Banfield y Godoy Cruz.
En el primer período, lo que parecía un buen arranque de Central se fue diluyendo y Boca se adueñó del medio campo por algunos minutos. A los 10 minutos, Darío Benedetto sacó un fuerte remate que se fue cerca del poste derecho del arquero Diego Rodríguez.
La polémica se instaló a los 16, cuando Pablo Pérez interceptó con la mano un disparo con destino de red, pero el árbitro Fernando Rapallini no sancionó el penal que reclamaron los rosarinos. Los Canallas retomaron el asedio y, a los 26, Martínez entró por detrás en un centro desde la izquierda y batió a Guillermo Sara.
Boca intentó reaccionar y recién tuvo su chance a los 35, con un cabezazo de Pérez que se fue desviado. El Xeneize dominó el terreno, pero Central lo esperó con mucha gente y no sufrió mayores sobresaltos para irse al descanso en ventaja.
En la segunda parte, las urgencias desnudaron las carencias de Boca, que no tuvo la precisión ni la dinámica habitual para equilibrar el marcador. Central sostuvo la diferencia en el tanteador con orden y con presión en el campo xeneize.
Boca no supo llevar peligro y se resignó a intentar remates desde fuera del área grande del capitán Fernando Gago y de Cristian Pavón, pero lejos estuvo de inquietar al Ruso Rodríguez.
Los ingresos del uruguayo Nahitan Nández, Walter Bou y Agustín Bouzat no alcanzaron para disimular la anemia ofensiva, aunque le dieron algo más de empuje a sus intentos.
Lo concreto fue que con orden y un emorme despliegue, Central justificó la victoria ante un descolorido Boca, que de ninguna manera se pareció al que acumuló elogios en el comienzo de la Superliga.