La escritora y activista Gioconda Belli ha confirmado el fallecimiento de "nuestro gran poeta, después de una vida entregada a la poesía y a la lucha por la libertad y la justicia" y ha asegurado en Twitter que a Cardenal, "más que llorarlo hay que celebrar una vida como la suya".
Conocido por su obra poética, Cardenal fue uno de los más destacados representantes de la teoría de la liberación y un estrecho colaborador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en su lucha contra el dictador Anastasio Somoza.
También fue ministro de Cultura durante la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, entre 1979 y 1987, aunque terminó abandonando el FSLN por sus diferencias con su líder y actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de quien fue un duro crítico.
Su activismo político le costó en 1984 la suspensión del ejercicio del sacerdocio por Juan Pablo II, hasta que treinta años después, en 2014, el papa Francisco decidió levantarle el castigo.
Lucha contra Somoza Nacido en Granada (Nicaragua) en 1925, estudió literatura y filosofía en México y Estados Unidos antes de viajar por varios países europeos, entre ellos España, a finales de los años 50.
En 1954 participó en Nicaragua en la Revolución de Abril, un intento fallido de golpe de Estado contra Somoza y poco después decidió entrar en la abadía trapense de Getsemaní, en Estados Unidos, país que abandonaría dos años después para estudiar teología.
En 1965, Ernesto Cardenal fue ordenado sacerdote en Managua y fundó una comunidad de pescadores y artistas primitivistas en las islas Solentiname. En su obra poética destacan obras como "Epigramas" (1961) y "Oración por Marilyn Monroe y otros poemas" (1965) y estaba considerado como uno de los poetas vivos de Latinoamérica más recocidos a nivel mundial.
En 2010 fue propuesto al Premio Nobel de Literatura por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y en 2012 fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los más importantes de su categoría y en cuyo palmarés aparecen poteas como José Hierro, Ángel González o Mario Benedetti.
En diciembre de 2018 recibió el Premio Internacional Mario Benedetti, que otorga Uruguay, y lo dedicó al pueblo nicaragüense y al adolescente Álvaro Conrado, una de las primeras víctimas de las protestas contra Ortega, que han dejado cientos de presos, muertos o desaparecidos.
El prestigio del poeta nicaragüense le hizo merecedor del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2009, y la orden Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia. La obra del sacerdote trapense ha sido traducida a más de 20 idiomas.