La Unidad de Información Financiera (UIF) pidió esta tarde la pena de 9 años de prisión para el empresario Lázaro Báez por presunto lavado de dinero, en el marco de la causa conocida como "la Ruta del Dinero K".
Hace dos semanas lo hizo la AFIP y entonces solicitó 8 años de cárcel para Báez. Para la semana próxima está previsto el alegato de la Oficina Anticorrupción (OA), que debió haber comenzado hoy, pero se suspendió por falta de tiempo. Báez está detenido desde abril de 2016. En este debate se juzga el primer tramo del caso y es por el presunto lavado de 60 millones de dólares.
En su alegato, la UIF también pidió 8 años de prisión para Martín Báez, el hijo mayor de Lázaro, y la multa de seis veces el monto de las operaciones que se le imputan. Martín, de 40 años, está preso desde febrero de 2019. Para la UIF los dichos de Leonardo Fariña como arrepentido en el caso, quedaron corroborados y para él pidieron la pena de 4 años y medio de prisión. Al margen del testimonio de Fariña, los letrados de la UIF destacaron la importancia de la existencia en el caso de prueba directa.
Para el financista Federico Elaskar solicitaron 6 años de cárcel, en tanto que para los otros hijos de Báez, Luciana y Leandro, pidieron 5 años y para Melina, la menor, 4 años y medio. La querella de la UIF ubicó a Lázaro Báez, “en la cúspide de la organización” que está siendo juzgada por el delito de lavado de dinero. Tras más de dos horas de exposición, en lo que fue la segunda jornada de su alegato, completaron la acusación de lavado de activos detallando cómo de acuerdo a testigos del caso se reconstruyó que Báez era “celoso en el manejo de la cuestión del dinero” y que además, “reconoció la titularidad de las cuentas”. En tanto que también le otorgaron un “fuerte rol” en la organización a Martín Báez. “Quedó claro que era el número 2 del Grupo Austral”, sostuvieron. Al tiempo que resaltaron: “incluso su presencia en el armado de las cuentas en el exterior es igual o mayor que el de su padre”.