Una jubilada de 83 años rompió ayer la cuarentena dispuesta por la pandemia para ir a tomar sol a los bosques de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires.

La mujer, que tiene su departamento sobre la Avenida del Libertador y se llama Sara O., desplegó una reposera en el pasto y se sentó, ante la atónita mirada de media docena de oficiales de la Policía de la Ciudad.

Fue minutos antes de las 15 y sorprendió a los uniformados y las pocas personas que circulaban por una de las zonas preferidas por los porteños para disfrutar del contacto con la naturaleza.

Según fuentes policiales, se consultó a la fiscalía de turno para que decida qué se debe hacer con la mujer, que argumentaba que necesitaba tomar sol por su salud.

"Estamos a la espera de la instrucción de la fiscalía para saber si tenemos que escoltarla a su casa o labrarle algún tipo de acta por violar la cuarentena", dijeron.

Después de treinta minutos, la mujer, que fue notificada por incumplimiento del artículo 205 del Código Penal, decidió abandonar la plaza y regresar a su casa. Había pedido que la dejen tomar sol "hasta las 15.20". A esa hora se levantó y se fue.

"Es una gran estupidez de parte de la policía", dijo Sara. "En vez de hacer lo que tiene que hacer (la policía) está vigilando el pasto. Yo me estoy recontra cuidando, lo malo es estar encerrada sin poder respirar, porque no tengo balcón. Hice lo mismo el sábado pasado y lo voy a hacer cuantas veces quiera porque necesito sol y aire".