El proyecto ingresará mañana al Concejo de Santo Tomé para su tratamiento en comisiones. En caso de prosperar la iniciativa, los dueños de aquellos perros que se consideren "potencialmente peligrosos" deberán registrar el animal en el municipio.
El concejal radical Martín Giménez reconoce que hay muchas personas que no creen en la "potencialidad" de estos animales, aunque aclara: "Hay estudios que avalan esa potencialidad biológica y que por lo tanto necesitan de un cuidado especial".
Para realizar el listado de "razas peligrosas", los ediles se basaron en los estudios realizados por profesionales veterinarios, que es susceptible a poder ampliarse en el caso de recomendaciones médicas.
Los razas dentro de ese listado serían: Rottweiller, Pitbul Terrier, Dogo Argentino, American Staffordishire, Staffordishire Bull Terrier, Mastif, Bullmastif, Dogo de Burdeos, Mastín Napolitano, Bull Terrier, Presa Canario, Akita Inu, Fila brasileño.
"La norma no pretende estigmatizar ninguna raza de perros, sino que se trata de entender que hay algunas cualidades de cada raza que lo hacen muy fuerte, con mucho potencial en lo físico, muscular; como por ejemplo aquellos que cada vez que muerden traban la mandíbula", explicó el legislador radical.
El dueño del animal deberá contar con un espacio que no permita que el animal se escape, además de conocer las características de la raza del perro y no tener antecedentes de maltrato animal.
"Lo que nos interesa no es solo la tenencia con respecto al animal, sino la forma en que pueden acceder al espacio público. Ponemos claramente la obligatoriedad de un bozal y de una correa que no puede exceder los dos metros para poder evitar problemas en la vía pública con personas y con otros animales", añadió Giménez.
"También se trata de tener una tenencia responsable tendiente a evitar cualquier posibilidad de maltrato animal, que en estas razas cuando no se pueden controlar, equivocadamente, se maltrata al animal", opinó.