No es fácil ser padres primerizos. Ni hablar, en tiempos de coronavirus. Como si fuera una película de ciencia ficción, a Sergio y Dalila les toca transcurrir la paternidad en soledad, en medio de una pandemia que los obliga a estar alejados de sus seres queridos. Tal es así que el único contacto que tuvo Lorenzo con sus abuelos fue por videollamada.
“El mundo se viene abajo, pero nosotros estamos re felices. Fue muy esperado y llegó. Un hijo te alegra la vida”, se sincera Dalila.
Sergio no se deja llevar por el contexto: “Pensaba que cuando pase el tiempo, qué recuerdo va a quedar de la cuarentena. Y para nosotros va a quedar un recuerdo feliz porque fue cuando vino Lorenzo a nosotros”.
Sus abuelos se debaten entre la felicidad indescriptible de la llegada de un nieto a sus vidas y la tristeza que les genera que los días pasen sin que puedan tocarlo, abrazarlo, besarlo.
“No pude ni darle un besito”, se resigna Graciela, la abuela materna. “Mirás la pantalla, lo ves crecer y pensás: ’Me estoy perdiendo un montón de cosas”, dice entre lágrimas Adriana, su otra nona.
Fuente: Telefe Noticias