El Arzobispo de Santa Fe, Mons. Sergio Alfredo Fenoy, dio a conocer mediante una comunicación oficial que en la Arquidiósesis local se estableció un “sistema estable y fácilmente accesible al público” que permitirá a cualquier persona “presentar informes sobre sospechas fundadas y/o denuncias sobre casos de abuso sexual contra menores y adultos vulnerables, por parte de clérigos y consagrados, y del encubrimiento de los mismos”. La novedad se adoptó siguiendo la expresa indicación del motu propio “Vos estis lux mundi”, del Papa Francisco, del 7 de mayo de 2019.
“Para que los delitos de abuso sexual en todas sus formas no ocurran más, se necesita una continua y profunda conversión de los corazones, acompañada de acciones concretas y eficaces que involucren a todos en la Iglesia, de modo que la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la plena credibilidad del anuncio evangélico y la eficacia de la misión de la Iglesia”, declara el Arzobispo en la misiva.
Implementación
De acuerdo a lo indicado por el citado documento pontificio para el funcionamiento de este sistema, “he instituido un oficio eclesiástico específico, el del Responsable de recibir esos informes y el de Asistente, que he confiado a la Prof. Alicia Ramonda de Vogliotti y a la Abog. María José Gaggiamo de Pane, respectivamente”, agrega la máxima autoridad eclesiástica. Los informes que involucren a laicos que desarrollen tareas en ámbitos eclesiales como presuntos autores, si bien no están contemplados en el motu proprio, “igualmente se recibirán a los efectos de informar a las autoridades correspondientes”.
Los informes serán recibidos en forma escrita, ya sea por nota presentada en las Oficinas del Arzobispado (Av. Gral. López 2720 de esta capital, de martes a viernes de 10 a 12); por carta (vía correo postal) y por correo electrónico: [email protected].
Luego, la responsable de recibir el informe citará personalmente al informante para ratificar su denuncia o declaración. Los informes contendrán los elementos de forma detallada, como indicaciones del tiempo y lugar de los hechos, de las personas involucradas o con conocimiento de los mismos, así como cualquier otra circunstancia que pueda ser útil para asegurar una valoración precisa de los mismos. En todos los casos, los hechos o sospechas denunciadas deben estar fundadas. Deberán estar firmados, con número de DNI y un teléfono o dirección de correo electrónico. Serán tratados de modo que se garantice su seguridad, integridad y confidencialidad.
Por último, “deseo recordarles que todos aquellos que tomen conocimiento de que se hubiera cometido o se estuviera cometiendo un delito de abuso sobre menores o personas vulnerables, tienen la responsabilidad de comunicar dicha situación a las autoridades correspondientes siguiendo la legislación y los protocolos canónicos y seculares vigentes, y de proteger a las personas menores o vulnerables en todo aquello que esté a su alcance”, concluye Fenoy.