Como cada 4 de agosto, hoy se celebra el Día del Párroco por ser la fiesta de San Juan María Vianney, patrono de todos los sacerdotes. En este marco, Siesta Líder se comunicó con el padre Axel Arguinchona quien recordó sus comienzos en la vida religiosa.
"Estudiaba Ciencias Económicas en calle 25 de Mayo y Moreno. Todo comenzó en una clase en la que sentí el deseo especial de ir a Misa, era un día de semana. Terminé la clase y me fuina la tarde a la Iglesia de Los Jesuitas, en el Santuario de los Milagros", rememoró.
En este sentido indicó que "no fue una cosa de un par de días, fue bastante tiempo que Dios me fue llamando a ser sacerdote. Ingresé en marzo de 1983 al seminario y me ordené el 30 de septiembre de 1989. Así que el mes que viene cumplo 31 años".
Más adelante, el sacerdote de la Parroquia San Agustín se refirió a la cuestión social en el marco de la crisis generada por la pandemia de coronavirus. "En los primeros tiempos fueron complicados por la incertidumbre, había un cierto temor en la gente que hizo que la cuarentena se viviera de una manera especial".
"Nosotros en los barrios la cuarentena no la hemos podido vivir dentro de las casas, sino que lo hicimos dentro del barrio. Gracias a Dios y la Virgen no tuvimos muchos casos en Santa Fe pero se sintió en el ámbito laboral, sobre todo los que viven de las changas o que trabajan en el comercio. Se complica mucho la situación", expresó el padre Axel.
De esta manera, sugirió diferenciar el comienzo de la cuarentena del momento actual.
"Sabemos que la situación va a ser difícil, que se va a ir desmejorando económicamente de aquí a fin de año. Pero también estamos teniendo un trabajo muy fuerte en el territorio. Estamos visitando a las familias casa por casa, por su puesto no tenemos para atender todas las necesidades de la gente porque lo primero que llevamos es el refuerzo de la Fe, pero también los acompañamos materialmente en la medida de nuestras posibilidades.
En los alrededores de la parroquia de San Agustín hay 10.000 personas, distribuidas en siete barrios, donde trabaja el sacerdote.
Por último, el padre Axel destacó la solidaridad de los santafesinos que aportan su grano de arena tanto con donaciones como con presencia en los lugares donde falta asistencia. "Nos están acercando su presencia además de bienes materiales, ropa, alimentos, y el acompañamiento que es fundamental", concluyó.
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