El 25 de agosto de 2001 difícilmente será olvidado por los hinchas sabaleros, en parte por la fiesta vivida durante toda la jornada en varios puntos de la ciudad culminando en el Estadio Brigadier López, pero sin dudas lo que más recuerda la parcialidad rojinegra fue el susto provocado por el golpe al uruguayo Gabriel Migliónico y la suspensión del encuentro ante Nueva Chicago.
Ese día las entradas fueron vendidas en su totalidad: Colón inaugurarba nuevamente su estadio, con el nuevo y flamante sector este de plateas y la renovación de sus luminarias entre sus modificaciones; frente a Nueva Chicago por la 2° fecha del Torneo Apertura 2001. Seis días antes, comenzó como visitante su andar en este certamen, igualando ante Estudiantes de La Plata por 2 a 2, con los goles sabaleros de Rodolfo Aquino y Javier Delgado.
Alrededor de 35 mil personas estuvieron presentes aquella jornada tanto en las adyacencias como dentro del “Cementerio de los Elefantes”, convocados previamente en la caravana que comenzó a las 14 horas. El partido estaba pautado para las 21:15, pero los festejos comenzaron siete horas antes, en una movilización multitudinaria que inició en el Puente Colgante, trasladándose hasta Bulevar y Urquiza con alrededor de quince cuadras de extensión, donde emprendió el trayecto final hasta Juan José Paso y Bv. Zavalla, en el ingreso al Brigadier López.
En Deporte 9, Gabriel Miglionico, protagonista clave de esa noche tan recordada, contó lo que recuerda de ese 25 de agosto: "Esa noche no me acuerdo absolutamente de nada, me quedaron imágenes vagas, luego en el sanatorio. Son segundos que recuerdos y algo medio perdido".
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