A raíz de la información detallada por el fiscal federal Walter Rodríguez respecto a la investigación que empezó con el seguimiento de movimientos sospechosos de una avioneta y culminó con el secuestro histórico de casi 400 kilos de cocaína de máxima pureza en Villa Gobernador Gálvez, en Primera Mañana realizaron un repaso por los casos de narcotráfico en territorio santafesino que involucraron a aeronaves.
- El 22 de febrero del 2020 en la zona rural de San Justo, jurisdicción de Naré, chocó una avioneta que dio pie a una causa en la que aún hay dos prófugos.
- En 2019, una avioneta roja y blanca de origen boliviano apareció abandonada en inmediaciones de la autopista Santa Fe - Rosario, en la zona rural de San Fabián, y los investigadores sospechan que era utilizada para delitos vinculados al negocio narco.
- 1° de agosto de 2009 bajó una avioneta en Saralegui, departamento San Cristóbal, donde secuestraron material estupefaciente.
- En 2009, en Loma Alta estuvo detenido el presidente comunal porque la droga descartada había caído en su campo. Luego salió en libertad bajo fianza.
- El 23 de septiembre de 2007 también se registró un caso en el departamento 9 de Julio con una avioneta que despistó y chocó.
- En 2007, en Pozo Borrado se encontró una avioneta que transportaba droga por el norte provincial.
"Está lleno de casos, y estos son los que se encuentran porque las avionetas tienen algún desperfecto u otro inconveniente", sostuvo Mariano Bravi al terminar su informe sobre estos casos en la provincia.
Por su parte, el periodista de LT9 y también piloto, Mariano Colombo, repasó las características técnicas de las aeronaves que suelen utilizar las bandas criminales para perpetrar los delitos, las modalidades y dejó una hipótesis sobre por qué suelen tener sus pistas de aterrizaje en las mismas regiones.
"La planificación del contrabando se da en rutas combinadas, casi siempre aérea y terrestre, además de la hidrovía, donde hay un cono de sombra muy delicado. Desde el 2000 a esta parte los aeroclubes han sido blanco de robo de aviones, siempre aeronaves marcadas en la planificación de los delincuentes, para ser utilizadas en el contrabando de droga", aseguró.
Los vehículos apuntados son los de usos civil en aeroclubes porque son pequeñas, "suelen ser de ala alta que pueden operar en terrenos naturales y pistas cortas". "Las pistas clandestinas son terrenos que se limpiaron y adaptaron a veces para una única operación, poco visibles", agregó.
"Pero también fueron robados algunos modelos de ala baja, como en Esperanza en 2008. También le pasó al aeroclub San Francisco; al de Rosario; al de Victoria, muy recordado por las connotaciones completamente asociadas a una banda narco: llegaron con armas largas, los ataron, amordazaron, y se llevaron un avión. Y cuando se desbarató la banda comprobaron una asociación con Los Monos", recordó Colombo.
"Pensando en los modelos que se utilizan, las avionetas tienen cinco horas de autonomía de manual a 200 kilómetros por hora, por lo que de las zonas mencionadas pueden salir del país, en la frontera con Paraguay fundamentalmente. Pero además, los vuelos cuando operan para el narcotráfico son temerarios, que salen de todos los parámetros de seguridad aeronáutica. Y a veces improvisan un tanque de combustible que va al lado del piloto y el cargamento", completó.
Las aeronaves pueden cargar hasta 400 kilogramos de droga, excediendo el máximo de peso de manual y un viaje puede durar cinco horas si el vuelo es directo. Por eso sus rutas clandestinas están en regiones no tan distantes unas de otras.