Tras el pedido de suspensión de Marcelo Sain como Jefe del Organismo de Investigaciones por las denuncias que recibió cuando era ministro de Seguridad, diputados del oficialismo y la oposición manifestaron sus posturas en diálogo con Primera Mañana.

En  primer lugar lo hizo el diputado radical Fabian Bastia, quien preside la Comisión Bicameral de Acuerdos. El legislador explicó cómo llegó el expediente a la comisión, luego de la auditoría que realizó el fiscal Ruben Martinez.

“Los expedientes llegan a la Comisión de Acuerdo cuando se considera que las irregularidades son graves. Se evaluó y se decidió el avocamiento del expediente, se designó a un instructor, que recayó en la figura del senador Lisandro Enrico. Hemos visto lo que envió el fiscal Martinez y se propuso la suspensión mientras dure la investigación que lleva adelante el proceso de evaluación disciplinario de la conducta de Sain, con la retención del 50% de sus haberes. Esto lo que establece la ley. La sesión conjunta para tratar el pedido será el 1 de julio”, sostuvo Bastía.

Y agregó que “lo importante es que cuando Sain fue ministro incumplió normas y violación de artículos de la ley 13013, sobre su conducta” y señaló que “Sain tendrá derecho a defensa, como corresponde. La suspensión tiene que ver con no entorpecer la investigación y no es una situación que no revista caracteres que puede haber entorpecimiento. A nosotros nos llega a partir de la investigación que hace otro funcionario”.

A su turno, la diputada justicialista  Matilde Bruera consideró que el proceso es irregular porque “están juzgando la gestión de Sain como ministro de Seguridad, pero en el ámbito del Ministerio Público de la Acusación”.

“El MPA no puede considerar  falta a una cuestión o hechos que han ocurrido durante la gestión de Sain como ministro. Es arbitrario el procedimiento y es ilegal. Si esto llega hasta el final, la provincia deberá pagar un juicio muy grande”, añadió.

Por último, Bruera denunció que hay un “manejo espurio de las instituciones” y que se lo sigue persiguiendo a Sain, a pesar de dejar de ser ministro de Seguridad y de regresar al cargo que ganó por concurso.