Los fanáticos del fútbol y de la selección despertaron antes de la siesta o alargaron la sobremesa del asado del domingo con un solo objetivo: disfrutar del clásico sudamericano, Argentina-Brasil.
Pero esto no ocurrió ya que, a los cinco minutos del partido, presuntas autoridades sanitarias ingresaron al campo de juego para "notificar" a los jugadores argentinas procedentes de Inglaterra (Emiliano Martinez, Cristian Romero, Giovanni Lo Celso y Emiliano Buen Día) de que debían cumplir cuarentena por venir del Reino Unido. Incluso hubo empujones con Nicolas Otamendi y Marcos Acuña, y aseguran que algunos de los externos se encontraban armados.
Debido a esto, la Selección Argentina se retiró del campo de juego, y el partido fue anunciado suspendido por las autoridades pertinentes.
El hecho de que la detención no se haya dado en instancias previas como el aeropuerto, la concentración del hotel, o la llegada al estadio, alimenta las teorías de que se trató de una operación por fuera de lo sanitario.