La familia de la niña que denunció abusos en el colegio católico San José, de Rafaela, eligió como nuevo abogado querellante a Guillermo Munné, quien confirmó por LT9 que ya han "tomado contacto con parte del expediente y comenzamos a elaborar un programa de trabajo".

El caso es el de la alumna M, quien contó a fines de julio que había sido abusada en el baño de la institución por una persona que sería un hombre con el uniforme de la escuela, lo que luego fue ratificado en Cámara Gesell por la víctima.

Vale recordar que durante el inicio de la investigación, el Colegio San José notificó que tanto las cámaras de ingreso como el ingreso biométrico que detalla las entradas y salidas al edificio estaban fuera de servicio. Otro punto que no cayó bien en la familia de la víctima fue la negativa a discontinuar el dictado de clases que se dio desde el principio, cuestión que se dio durante una sola jornada (la del día posterior a la presentación judicial y por pedido de las autoridades educativas de la Provincia).

Ahora Munné indicó: "Estamos pidiendo al colegio que nos aporte elementos para la investigación, como registros fílmicos y controles electrónicos de ingreso y egreso. Debería haber habido algunos elementos de seguridad en el colegio que facilitaran la prueba, pero no ha sucedido, como edstos registros electrónicos de ingreso de personal".

"Contamos con el testimonio de la víctima en Cámara Gesell, con datos precisos de lo que aconteció el 29 de julio y del profesional médico que constató lesiones de la víctima, esto acredita el hecho y el lugar donde ocurrió. Pedimos una entrevista con el fiscal del distrito 5, que corresponde a Rafaela. Acordamos la necesidad de un acceso completo del Colegio", destacó en diálogo con Osvaldo Medina y Mariano Bravi en Primera Mañana.

En este sentido, el abogado manifestó que estos elementos "fueron retirados al día siguiente de conocidos los hechos por no funcionar, supuestamente. Entonces, no hay fuente de información de personas que estuvieron en el lugar. Y las cámaras, lamentablemente cuando tanto se las necesitan, tienen imágenes sumamente confusas, especialmente la que registra los movimientos en el sector interno de la escuela. 

"Para nosotros es muy importante tener el conjunto de material, y no obstante estas deficiencias, y tratar de establecer lo mejor posible los registros reales del 29 de julio y de lo que allí se puede sumar. No damos por inútil este material probatorio, lo que sí es que se ha obtenido de manera muy defectuosa y si bien es posible establecer las imágenes correctas de ese día va a ser superando varios obstáculos. Va a haber imágenes que pueden corresponderse con testimonios de la víctima. Este material no fue incautado sin que nadie interfiera. Eso hubiese sido lo mejor para la investigación", aseguró Munné.

Sobre el punto, el querellante explicó que las imágenes no se consiguieron producto de una intervención de la fiscalía sino que fueron aportados por la institución días después de que se conozca el caso.

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