El vicedirector del Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, Pablo Ledesma, brindó detalle de los casos de los pequeños que ingresaron al efector con síndrome de abstinencia por consumo crónico de cocaína.
Uno es el caso de un nene de dos años que fue internado en el hospital en los últimos días, y que se sumó a otro caso similar que ingresó la semana pasada.
"Durante la madrugada del sábado ingresó a la guardia un paciente de sexo masculino, con un síndrome compulsivo traído por un familiar, un hombre. Se lo trata como habitualmente se hace con este cuadro, y cuando van a buscarlo al familiar este ya no estaba. Algo advierte a los médicos de guardia, que sospecharon y pidieron otros estudios de laboratorio", relató Ledesma.
Mientras realizaban los análisis, notaron que la madre del menor había retirado al paciente. "Como este es un hospital de puertas abiertas y no se puede prohibir esa situación, eso disparó la denuncia a la Policía y a la Secretaría de la Niñez por considerar necesaria la intervención ante los derechos vulnerados", agregó en el móvil de Omar Vega.
El profesional médico dijo que hubo dos casos similares en los últimos 11 días. "El anterior fue un paciente de un año y dos meses de edad, al que se le detectó cocaína en su organismo. Los dos por lactancia materna, lo que refleja consumo de un adulto. Y cuando uno detecta estos casos, claramente no es una exposición casual, sino que la exposición al tóxico viene siendo de manera regular", explicó.
Respecto a las formas que se manifiesta la abstinencia en los pequeños, Ledesma señaló: "Uno es el síndrome convulsivo, como en el último caso. Pero en otras situaciones es más difícil detectar cuando no se sospecha del consumo. Se manejan en el ámbito del estado de actividad del paciente, que a veces están irritables. Se produce un circuito de adicción y necesidad que dispara lo que a cualquiera de nosotros nos pasa cuando tenemos hambre o sed".
La posibilidad de la permanencia de secuelas se determinarán con el paso del tiempo -aseveró Ledesma-. "Lo que sí tenemos que tener en cuenta es que en un bebé de esta edad, que está en pleno desarrollo, formación y crecimiento, fundamentalmente donde más daño causan este tipo de sustancias es en su su aparato psíquico y neurológico. Es ahí donde tenemos que prestar atención" concluyó.
El móvil completo acá