Máxima tensión se vivió en Diputados por el debate de la reforma previsional, que finalmente terminó con un revés para el Gobierno a raíz de que la sesión fue suspendida y se trabó la sanción definitiva de la ley.
Luego de que a las 14 comenzara a sonar la chicharra llamando a sesionar, Cambiemos sentó a su tropa y media hora después no había llegado a los 129 presentes. En ese momento se sentó el jefe del bloque del FpV, Agustín Rossi, y exigió que se suspenda el encuentro. Lo mismo hizo Victoria Donda, de Libres del Sur, quien ingresó en bastones producto de que fue herida en los incidentes ocurridos ayer. Ambos remarcaron que fuera del Congreso se estaban produciendo enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, que incluso dejaron dos diputados heridos.
Pero todo estalló cuando el tablero marcó 129 legisladores durante 7 segundos y el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, declaró que iniciaba la sesión. La oposición se levantó en furia y tras varios minutos de tensión obligó a ceder al oficialismo y se suspendió la sesión.
El interbloque oficialista buscaba convertir en ley el proyecto de reforma previsional con el apoyo de algunos legisladores que responden a gobernadores provinciales, y en el marco de un tenso clima por la convocatoria a marchas y paro de centrales sindicales.
Tras haber conseguido el dictamen de comisión correspondiente, desde Cambiemos confiaban en reunir cerca de 130 votos para imponerse a quienes anticiparon su rechazo al texto del Poder Ejecutivo, unos 110 diputados. Pero finalmente no lo logró, al menos esta semana.