La Mesa Territorial Ambiental llevó a cabo el martes último una intervención en la laguna Juan de Garay de Santo Tomé, cuya bajante se viralizó en impactantes imágenes durante los últimos días.
Trabajaron allí durante la mañana para rescatar a las tortugas que habían quedado atrapadas en el pequeño espejo de agua que dejó la bajante extraordinaria de los ríos, que ya entró en su tercer año consecutivo.
"Estamos asistiendo a catástrofes ecológicas reales y no a través de la tele. Hay que hablar menos y hacer más, por eso decidimos hacer tareas directas de rescate de especies afectadas por la sequía", señaló por LT9, Javier Maillo, rescatista, guardavida y uno de los integrantes del grupo.
En total lograron rescatar más de 30 tortugas de distintos tamaños y "por sugerencia de biólogos consultados las liberamos en el río Salado, porque el grado de salinidad del agua es similar al de la laguna".
"Fueron intervenciones de emergencias ante situaciones críticas, como un canal para la Setúbal para que los animales puedan salir y vivir", señaló.
Maillo aconsejó además hacer este tipo de trabajos con personas idóneas y preparadas en la materia "porque lo que parece seco no lo es tanto". En este caso, además de contar con su experiencia como rescatistas, de la acción había una enfermera y contaban con un equipo de primeros auxilios.
En la misma dirección se expresan las autoridades, que incluso llegan a prohibir la circulación por los lechos -por ejemplo, como pasó con la Setúbal- debido al peligro que implican los "fangos muy blandos" junto con sedimentos aparentemente resientes y pozos que pueden estar tapados.
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