Este 25 de enero se cumple el aniversario número 25° del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, fotógrafo de la revista Noticias que consiguió una imagen del importante empresario Alfredo Yabrán y que tiempo después fue hallado dentro de su vehículo incinerado en la localidad bonaerense de General Madariaga.
"Tengo el recuerdo de José Luis y por él seguimos peleando contra la impunidad. Nosotros queremos otra clase de país. La idea es recordar a José Luis", señaló por LT9 su hermana, Gladys Cabezas.
La mujer recordó que todos los involucrados ya se encuentran en libertad "con beneficios y no hay nadie cumpliendo condenas".
"Fueron beneficiados con 2x1, buena conducta, y demás. Es una impunidad que no se puede revertir, ya no se los puede condenar de nuevo. Así es la ley", expresó con dolor.
A las 10 de la mañana habrá un acto con la presencia de familiares y allegados en la localidad balnearia de Pinamar, que tendrá su correlato en distintos puntos del país.
En la ciudad de Santa Fe el recuerdo de José Luis Cabezas se iba a realizar en la Plaza del Soldado, pero por cuestiones meteorológicas fue trasladado a la sede de la Asociación de Prensa de Santa Fe, en Amenábar al 2655.
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El caso
El fotógrafo José Luis Cabezas era asesinado el 25 de enero de 1997 en la localidad bonaerense de Pinamar, en un hecho perpetrado por una banda vinculada al empresario postal Alfredo Yabrán y que conmocionó a la opinión pública de una Argentina que, en el ocaso de los ´90, comenzaba a hacer vaivén en la disputa política entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
Un año antes de su asesinato, Cabezas había logrado fotografiar al enigmático empresario propietario de la empresa OCA, durante la cobertura de verano que realizaba junto al periodista Gabriel Michi para Noticias.
"Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", era la frase que por entonces se le atribuía al dueño del emporio postal.
Después de la publicación, el fotógrafo y su pareja, Cristina Robledo, comenzaron a recibir amenazas telefónicas y un año después, un funcionario cercano a la gestión del entonces intendente de Pinamar, Blas Altieri, le confió a Cabezas que "gente de Yabrán" había indagado sobre la dirección donde se alojaría durante la cobertura de la temporada.
Un mes antes del crimen, el policía de la bonaerense Gustavo Prellezo, condenado como uno de los autores materiales del hecho, se reunió con Yabrán en Buenos Aires, en las oficinas que el empresario tenía en Carlos Pellegrini al 1100. En esa reunión, ´Don Alfredo´ le confió que quería "pasar un verano tranquilo sin fotógrafos ni periodistas", según lo que el oficial declaró luego ante la Justicia.
Michi asegura que el objetivo "de máxima" que tenían ese verano él y Cabezas era entrevistar a Yabrán.
En ese marco, el 24 de enero de 1997 ambos concurrieron a una fiesta que ofreció en su casa de Pinamar el empresario Oscar Andreani, donde llegaron en un Ford Fiesta de color blanco.
A las 4 de la madrugada el periodista se retiró y el fotógrafo lo hizo una hora después, en el vehículo en el que se desplazaban.
A la mañana siguiente, el cuerpo de Cabezas apareció adentro del Ford Fiesta quemado con alcohol metílico, en una cava de las afueras de Pinamar. El cadáver tenía sus manos esposadas y dos proyectiles de un arma calibre 32 alojados en la cavidad craneana.
La cobertura del caso fue tema excluyente para todos los medios del país y la foto del reportero gráfico acompañada con la leyenda "No se olviden de Cabezas" se convirtió en un símbolo de la denuncia contra la impunidad que unió en un mismo reclamo a organizaciones gremiales y organismos de derechos humanos.
Tras varios meses de instrucción, el juez federal de Dolores, José Luis Macchi, procesó y dictó prisión preventiva en mayo de 1989 para Yabrán como instigador del crimen.
Tras permanecer algunos días en condición de prófugo, el empresario postal se suicidó en un campo de su propiedad ubicado en Entre Ríos, donde cuando permanecía oculto.
Prellezo, quien estaba al servicio de Yabrán, y un grupo de delincuentes conocidos como "Los Horneros", fue quien encabezó la autoría material del crimen.
El expolicía bonaerense fue condenado a reclusión perpetua en febrero de 2002, pero sólo pasó tras las rejas 13 años pese a que la sentencia fue ratificada en las máximas instancias judiciales de la provincia y del país.
Actualmente, permanece en libertad condicional desde diciembre de 2017 y desde 2010 en su vivienda bajo el régimen de prisión domiciliaria. Se recibió en la cárcel de abogado y escribano e intentó obtener una matrícula, pero ante una denuncia presentada por la familia Cabezas, el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados la Capital Federal resolvió excluirlo en noviembre de 2020.
Los otros condenados por el asesinato fueron el expolicía Aníbal Luna (condenado a prisión perpetua y en libertad condicional desde 2017); el exjefe de Seguridad de Yabrán, Gregorio Ríos (condenado a perpetua como instigador del hecho y en libertad condicional desde 2008); y el comisario Mario "La Liebre" Gómez (condenado por liberar la zona en la que ocurrió el crimen, recuperó la libertad en 2006 tras una decisión de la Cámara de Casación bonaerense).
Con información de Agencia Télam