Una concentración de residuos plásticos alarmante, de casi 100 botellas por kilómetro, afecta la laguna Setúbal, en Santa Fe. Se trata de un nivel muy superior al de otros cuerpos de agua del mundo y despierta la preocupación de especialistas.
La laguna Setúbal está en conexión directa con el río Paraná. De allí se abastece, aguas abajo —en el río Santa Fe— la empresa Aguas Santafesinas para tomar el agua de río y potabilizarla, y así brindar el servicio a los cerca de 500 mil habitantes de la ciudad. Pero además, la contaminación impacta en todo el ecosistema.
Fueron científicos locales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) quienes detectaron la alta contaminación de la Setúbal. Mediante una investigación iniciada en 2016 registraron una media de 96 botellas por km. sobre su margen, lo que implica una de las mayores concentraciones en aguas continentales del mundo. También detectaron la presencia de micro-plásticos (fragmentos menores a 5 mm), los cuales serían ingeridos por peces y aves acentuando el problema.
Los resultados de la investigación financiada por la Rufford Foundation (Reino Unido), fueron publicados en la revista internacional Environmental Monitoring and Assessment, y en nuestro país fueron divulgados además por la Agencia Ciencia y Tecnología (CyTA) del Instituto Leloir, y el Centro Científico Tecnológico del Conicet, entre otros.
“Todos estos residuos son de origen doméstico y de uso cotidiano. Y nos alertan sobre el rol que nos concierne como ciudadanos ambientalmente responsables”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir el autor principal del estudio, el doctor Martín Blettler, del Laboratorio de Hidro-Ecología del Instituto Nacional de Limnología (Conicet - UNL).
“La suposición general es que se trata de un material relativamente inerte de toxicidad. No obstante, recientes estudios científicos han reportado numerosos tóxicos asociados a desechos plásticos, entre ellos los metales pesados”, advirtió Blettler.
En cuanto a su origen, es de presumir que la mayor desidia la cometen quienes arrojan residuos sólidos desde embarcaciones o desde la costa. Menor incidencia tendrían las botellas que son descartadas en la vía pública, las que son arrastradas hacia los desagües y terminan en las bocas de tormenta, en los reservorios o contra las rejas de las estaciones de bombeo hacia la Setúbal y el río Salado, explicaron desde la Municipalidad, tras la consulta de El Litoral.
El estudio
Para determinar la concentración de residuos plásticos, los investigadores Blettler, María Alicia Ulla, Ana Pía Rabuffetti y Nicolás Garello, en colaboración con ONGs locales y grupo de voluntarios, recorrieron la laguna a bordo de kayaks y piraguas. Tomaron muestras y las analizaron con balanzas de alta precisión, microscopios y espectrofotómetros.
Además de detectar una media de 96 botellas por km. sobre la margen de la laguna, también recolectaron y cuantificaron una gran cantidad de envoltorios de alimentos, bolsas de polietileno y empaques de electrodomésticos. Y contabilizaron más de 700 fragmentos diminutos de plástico por metro cuadrado. “Esto sugiere un grado avanzado de deterioro ambiental”, subrayó Blettler.
“Nuestro estudio demuestra que los desechos plásticos son un problema grave y ponen en peligro el ecosistema en la laguna Setúbal y, por consiguiente, el del río Paraná, dado que ambos ambientes están directamente conectados”, puntualizó Blettler. “Es necesario implementar mejores políticas ambientales, incluyendo el tratamiento de residuos sólidos, así como concientizar a la población general”, finalizó.
En Chaco Chico
Meses atrás, los vecinos de Paraje El Chaquito —en el Noroeste de la Setúbal— organizaron un operativo de limpieza de la playa sobre la laguna, y comprobaron la presencia de gran cantidad de residuos sólidos.
Aguas Santafesinas
Desde Aguas Santafesinas explican que las botellas no afectan en forma directa la toma de agua para la planta potabilizadora que abastece a la ciudad. El mayor problema lo tienen durante las inundaciones, con las ramas y camalotes que se atascan en las rejas de protección contra sólidos.
Basura de Rincón
Un foco contaminante muy preocupante es la basura que arroja Rincón sobre la costa de la laguna Setúbal, entre el kilómetro 7,5 y 8. La corriente desprende bolsas y botellas, que se van flotando aguas abajo.
Fuente: El Litoral