Thaina tenía 17 años cuando se incorporó a la Colimba -Servicio Militar Obligatorio- en 1982 en Río Cuarto, porque es de Corral de Bustos, provincia de Córdoba. La mandaron al sur, al Distrito Federal Sarmiento, en provincia de Chubut, a la “Compañía de Ingenieros 9” y el 2 de abril, con motivo de un “supuesto entrenamiento”, la llevaron a Comodoro Rivadavia, de ahí en avión y “caen en Malvinas”.

Así lo describió Tahiana Marrone, veterana de guerra, en una entrevista realizada en el Programa Hora de arrancar, por FM Láser, a 40 años de la Guerra de Malvinas. Contó, además, que luego de tomar posiciones en Darwin, a los 2 días, los llevaron en buque a la Isla Gran Malvina, en Bahía Zorro, hasta que terminó el conflicto, luego de 76 días, siendo partícipe del Operativo Rosario.

Sobre los días de la guerra recordó: “Estás en una guerra, en lo único que pensás es en sobrevivir, en poder abrir los ojos al otro día. A partir del 1º de mayo eran constantes los bombardeos desde aviones y navales, bombardeos que llegaban a durar entre 4 o 5 horas. Durante todas esas horas a cada rato tiraban una bengala y tres cuetazos y así”. Y añadió: “Estábamos en unos pozos zorros, los habíamos fortificado bien, nos salvaron la vida, pero era estar en un pozo con sismos constantes”.

“No nos consideramos ex combatientes, seguimos luchando para que no nos olviden y seguimos luchando con otras armas, con otros medios. Yo siempre digo que soy veterana de guerra en y por Malvinas, ex soldado, no ex combatiente”, enfatizó.

Al ser consultada si había deuda del Estado y la sociedad, declaró: “Del Estado siempre hay deuda, estuvimos casi 10 años abandonados por el Estado, hubo una desidia y un abandono total de parte del Estado y cuando empezamos a reclamar, pasamos de ser los chicos de la guerra a ser los loquitos de la guerra”.

 “El pueblo se empezó a dar cuenta, empezó a abrir los ojos, porque durante el Gobierno de Alfónsín, los primeros 6 años, se le hizo creer al pueblo que nosotros éramos cómplices de los militares, del gobierno de facto que hubo, que nosotros éramos de la misma estirpe, entonces nos asociaban a las locuras que hicieron los militares. Por eso nos abandonaron, nos enterraron vivos”, afirmó.

“Hoy por hoy puedo decir que algunos de nuestros gobernantes, pero todo el pueblo nos reconoce cada vez más, cada vez se malviniza más. Hoy no sólo estamos malvinizando quienes estuvimos en Malvinas, sino los hijo/as, nietos/as de veteranos. La gente concurre más a los actos, la gente te saluda de otra forma”. “El soldado no muere en el campo de batalla, muere cuando el pueblo lo olvida”, manifestó.

Transición de género

A los 20 años se enteró que era estéril e hizo un tratamiento con tetosterona.  Años después se casó, formó una familia y tuvo 2 hijos mellizos.

En 2015 consultó con una endocrinóloga genetista y, mediante un examen genético, se enteró que tenía el síndrome de Klinefelter (47- XXY), es decir, 1 cromosoma más, por lo cual es más femenina que masculina. Fue entonces cuando decidió comenzar con la transición de género.

A propósito del vínculo con otros veteranos luego de su transición de género, expresó: “Tahiana salió a la luz hace 6 años nada más. Al principio fue un shock, como los soldados son medio machistas, aunque no lo sean, pero demuestran eso”.  Prosiguió diciendo que: “Con el tiempo se dieron cuenta que lo mío no era un chiste, que iba en serio y se fueron amoldando. Al principio me respetaban como veterana, pero no como mujer y ahora no, ahora todo bien”.

“Después de volver de Malvinas, mis batallas fueron por la identidad de género mía y por conseguir la de los demás. Lo que necesitaba conseguir para mí, ya lo logré, ya conseguí todo. Ya soy Tahiana desde hace 6 años libre y sin esa mochila que llevé tanto tiempo”, manifestó.

Charlas sobre Malvinas y ESI

Tahiana Marrone brinda charlas sobre Educación Sexual Integral, violencia de género, violencia sexual intrafamiliar, abusos sexuales intrafamiliares, asesora sobre la legislación vigente, entre otras temáticas.

En Chañar Ladeado, donde vive actualmente, concurre a las escuelas, organiza eventos, va a actos para hablar con los jóvenes y la sociedad en general.

Su mensaje de cierre fue: “No intenten; construyan. No prueben; vivan”.  “Yo siempre estoy en la lucha por una sociedad más inclusiva y equitativa”.

Instagram: @tahianareng

Escuchar el audio completo de la entrevista aquí