Los derechos de exportación que paga todo el complejo sojero argentino se reducirán 0,5 por ciento mensual a partir de este martes 2 de enero. Actualmente, el poroto paga 30 por ciento de retenciones, mientras que la harina y el aceite abonan 27 por ciento. 

Este martes comenzó a regir la rebaja gradual que se anunció a fines de 2016 y se oficializó hace exactamente un año atrás. También se puso en práctica el nuevo esquema de retenciones fijas del 8 por ciento para el biodiésel.

El costo fiscal de la medida está en torno a los $ 20.000 millones para el primer año, de los cuales unos $ 6.000 millones dejarán de recibir las provincias, a través del Fondo Federal Solidario, que distribuye el 30% de las retenciones a la soja. Y el impacto se duplicará en 2019 porque las retenciones del poroto de soja y del aceite de soja bajan desde el 30% y 27%, respectivamente, que tenían hasta el mes pasado, hasta llegar al 18% y 15% a fines de 2019.

Por otro lado, se quitan las retenciones móviles al biodiésel, que son mínimas, para reemplazarlas por retenciones fijas del 8%.

12 puntos menos

Este proceso se extenderá a lo largo de 2018 y 2019, lo que significa que, para comienzos de 2020, las retenciones habrán bajado a 18 por ciento para el grano de soja y al 15 por ciento para los subproductos.

Durante su campaña presidencial, Mauricio Macri había prometido bajar las retenciones cinco por ciento por año hasta eliminarlas, pero las urgencias fiscales de la Casa Rosada frenaron el proceso.

Numerosas entidades rurales, en este contexto, han insistido en que se necesita una mayor reducción del gravamen debido a los bajos precios que ha tenido la oleaginosa en las últimas campañas.

Fuente: Agrovoz.