El dirigente social Juan Grabois, en el marco de una charla en la Universidad Nacional de Córdoba, aseguró: “Si yo me tengo que dar un beso en la boca con Grobocopatel, o con quien carajo sea, para que 50.000 compañeros agricultores tengan la posesión perpetua de sus tierras, lo voy a hacer”.
Grabois hacía referencia al empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel, con quien se habría llegado a un acuerdo para darle trabajo a pequeños productores, y que se encontraba presente en el debate.
Frente a algunas críticas de los presentes, el fundador de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, fue más allá: "A mí me importa un carajo los troskos, los medios troskos y los más o menos troskos. Porque eso se llama defender con el cuero las convicciones”.
La idea de la charla era plantear un debate entre el empresario sojero y el dirigente social, pero ambos sorprendieron anunciando que tenían un acuerdo de trabajo.