Identidad MARRON se describe como “un grupo de personas marrones unidas para debatir sobre el racismo estructural en Latinoamérica y buscar respuestas a ello”. “Personas marrones-indígenas racializadas, hijes y nietes de indígenas, campesinos y campesinas, migrantes del continente Americano”. Dictan talleres en universidades y centros culturales, realizan obras de teatro, muestras, exposiciones y ahora una serie. Su cuenta en Instagram @identidadmarron tiene 66.2k seguidores.

Desde este mes comienza a emitirse una serie de 4 capítulos en dónde se mostrará cómo el arte, la política y la violencia institucional se entrelaza a la corriente antirracista para plantear un problema tanto histórico como acallado: el racismo. Junto a @un.puma para @canalencuentro se podrá ver en la pantalla de @canalencuentro en Argentina o por el canal de YouTube de Canal Encuentro.

“Nuestro colectivo Identidad marrón se reúne para hablar, problematizar y visibilizar que existe el racismo, en particular en el contexto argentino, y que hay un racismo del que no se habla y que impacta en la vida de las personas, en sus trayectorias de vida, en su acceso a derechos en general, también en lo material. Hay una segregación, según las actividades que se hacen para personas que no son blancas y para personas que son blancas. Estas últimas gozan de esos privilegios a los que no acceden otras” sostuvo Sandra Hoyos en Hora de arrancar, por FM Láser.

“A veces se entiende cuando hablamos de racismo que está en otro lugar, en otro país, y sin embargo acá tenemos una segregación de personas que no acceden a derechos de forma histórica y que eso está vinculado estrictamente a esta sociedad que es moderna pero que también es colonial; donde está instalada la idea de raza, lo que implica la ubicación jerárquica y hegemónica de identidades blancas que ocupan los lugares donde otres no estamos representados.”

La licenciada en Política Social, docente y activista feminista narró los modos de vivir y sentir la discriminación “el primer grado de segregación o de marginación tiene que ver con el estigma con el que se carga por el hecho de no ser una persona blanca y eso tiene una carga importante de prejuicios acerca de quienes somos y como nos perjudican. Por ejemplo, en los medios audiovisuales, si miramos una película, una serie o un programa de televisión, las personas marrones siempre estamos ubicadas en lugares como el trabajo doméstico, personificar la delincuencia, la sumisión. No somos vistos como personas que pueden ser bellas, que pueden ser deseadas, no se nos adjudica per sé que podemos ser profesionales, graduados de la universidad u ocupar lugares de decisión”.

“Si miramos cómo están distribuidas las tareas y los trabajos, hay una segregación étnica y es necesario visibilizarlo porque implica el no acceso a derechos. Además, carga con eso la violencia, la discriminación y eso se puede ver en el ámbito educativo, cuando somos niños o niñas. Hoy se lo menciona bullying, pero se sufre una gran discriminación cuando se pertenece a un determinado color de piel y eso implica un no reconocimiento a las identidades preexistentes que hoy ocupan nuestro territorio argentino y toda Latinoamérica, que se jacta de su blanquitud cuando se dice que descendemos de los barcos, añadió.

Para profundizar este concepto, la activista agregó “Argentina se jacta de una blanquitud inexistente donde cuando nos vemos como argentinos afuera no se nos visibiliza como un país latinoamericano que puede tener ascendencia indígena, y por eso cuando ven a una persona marrón se le pregunta de qué país es, como si fuera que en Argentina no existen rostros marrones, rostros andinos y eso es una negación al origen, a las características de nuestro país”.

Y hablando del racismo estructural, preguntamos sobre el gatillo fácil hacia las personas marrones, a lo que la referente respondió “se genera la sospecha y la criminalización por el hecho de portar un determinado rostro. Al gatillo fácil preferimos mencionarlo como un racismo institucional y policial, donde ahí es partícipe el Estado. Si miramos los rostros de esos chicos que se los menciona como asesinados por el gatillo fácil, son todos rostros marrones. ¿Y eso se traduce efectivamente en que las personas marrones son delincuentes o tienen tendencia a delinquir? ¿Qué pasa con las otras personas, por qué no aparecen?”.

El mestizaje fue uno de los conceptos aprendidos en la escuela, Sandra Hoyos sostiene que” esa es una definición colonial y occidental. Nosotres como Identidad marrón no nos posicionamos desde un lugar que sostiene esa definición y así es como hay que nombrarse. Es una construcción conceptual desde el orden de lo político que construimos y que ahí nos identificamos aquellas personas que no nos reconocemos en esos que nos ponen.

¿Por qué marrones y no negros?, consultamos desde el estudio, “entendemos que la cuestión de la negritud, si bien en Argentina tenemos una gran presencia de afrodescendientes que fue parte de la colonización, pretendemos que hay un contexto particular en el que no se menciona, no se habla específicamente de la discriminación hacia todo el grupo de personas. Se ejerce violencia de diferentes modos, una cosa es la identidad afrodescendiente que toma presencia en nuestro territorio en relación al esclavismo, y quiénes eran las personas que se “descubrían” y cómo eran consideradas las indígenas. Eran personas que había que homogeneizar en un determinado pensamiento, tanto cultural, religioso, de relaciones sociales, genérico; entonces, no es menor hablar de una distinción”.

¿La denominación a la gente del interior como cabecitas negras tiene que ver con la identidad marrón? - “Cuando se empieza a usar con el Peronismo tiene que ver con el reconocimiento del acceso a derechos de las personas que estaban más excluidas, el reconocimiento del trabajo, la posibilidad de organizarse, de poder tener representatividad. Cuando se habla del negrito cabeza se está refiriendo a esas personas marrones que después se suman y conglomeran en las grandes ciudades en busca de trabajo”, expresó.

En Canal Encuentro, durante el mes de mayo, todos los lunes a las 22:30 hs. se lanza un capítulo de una serie de 4: Marrón: antirracismo en tiempo presente. Sobre esta serie Hoyos recomienda: “los invitamos a mirar esta serie, a compartir y sobre todo a hacer, porque el antirracismo es acción. Estuvimos trabajando durante varios meses para reconstruir cómo nos organizamos y cómo entendemos esto que es el racismo estructural presente en nuestro contexto y la responsabilidades que tiene el Estado, pero también desde una forma individual y colectiva y ahí visibilizamos todo el trabajo que entendemos que es necesario mostrar vinculado a los medios de comunicación y también poder entender la historia y la participación actual de lo que venimos haciendo como integrantes del colectivo Identidad marrón”.

“Esto es una construcción de poder desde los márgenes, de aquellas personas que no estuvimos ocupando los lugares donde se toman las decisiones y que también queremos tener esos lugares, porque el poder se puede construir popularmente, de forma colectiva, y queremos también romper con la idea de que el poder es ser dueño de algo, sino que queremos posicionarnos en este lugar donde hasta hace poco no había tensión y quedaba supuesta una blanquitud de este contexto argentino que no es tal”, concluyó la referente.