El presidente del Club Villa Dora, Adrián Ramseyer, destacó por LT9 la inversión realizada en las instalaciones de Ruperto Godoy 1300 para insonorizar el salón y evitar los ruidos que podían generar problemas a los vecinos del lugar durante los bailes de cada domingo.
“Está terminada la obra. Hasta el momento, nadie se quejó. Era una obra que hacía mucho tiempo lo queríamos hacer y lo tomamos como una inversión, y no como un gasto. De ruidos molestos no deberíamos tener más problemas”, declaró Ramseyer en diálogo con Primera Mañana.
Sin embargo, aclaró que los ruidos molestos no eran un problema, ya que en los últimos 20 años recibieron solo dos multas por parte de la municipalidad. “Económicamente es más conveniente pagar las multas que hacer la inversión de insonorizar, que fue una obra de 6 millones de pesos”, añadió.
Ramseyer indicó que antes de la obra, en la ventana del vecino más cerca al salón, los decibeles eran de 55. Y ahora se bajó a 42. Más allá de los trabajos, el presidente del club admitió que muchas veces estos niveles se alteran si hay mayor movimiento de personas o de vehículos por la zona.
Por otra parte, Ramseyer se refirió a los posibles cambios en la nocturnidad y los horarios de cierre. “Si deciden que Villa Dora cierre antes, nadie se va a ir a dormir. Se van ir a otra fiesta, a la Costanera y se van a quejar los vecinos de 7 Jefes”, indicó.
Recordó que el club Villa Dora paga 30 policías adicionales, y este requisito no se lo piden a otros clubes que también organizan eventos. “Cuando fui a la audiencia pública, me di cuenta que el problema de Villa Dora es el 2% del problema de la nocturnidad. Los vecinos de Villa Dora son unas ovejitas al lado del enojo de otros vecinos de otros barrios por la actividad de bares” concluyó.
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