En el día de la mega sorpresa de Arabia Saudita ganándole a Argentina, la tensión y la atención se estableció en estadio Al Janoub. Jugaba el campeón del mundo, Francia, diezmado por lesiones de jugadores vitales en la previa del torneo. Y enfrentaba a Australia, un abonado al máximo torneo de la Fifa y uno de esos rivales que siempre amagan con generarles dramas a los grandes. Y los anhelos de más sorpresas parecían que se saciaban. Porque los de Oceanía se pusieron arriba de arranque.
Pero no pasó lo inesperado. Pasó lo esperado. Francia aplicó jerarquía y lucidez para sacarse de encima a Australia con un 4-1 que lo deja arriba en el Grupo D ya que Dinamarca y Túnez empataron 0-0.
Claro que Francia y Argentina están “linkeados”: podrían enfrentarse en octavos de final como pasó en la última copa del mundo. Y por eso había ganas de ver qué tienen Les Blues. Y lo que se vio fue de impacto. Aún cuando todo empezó mal para los franceses.
Craig Goodwin adelantó a Australia a los 9 minutos. Francia, holgado, se acomodó con el empate de Adrien Rabiot, a los 27 de ese primer tiempo que terminó feliz por el 2-1 de Olivier Giroud, quien amplió cinco minutos después luego de un pase del decisivo Rabiot.
En el inicio del complemento, llegó lo que el público fue a ver a este escenario en las afueras de Doha: el gol de Kilian Mbappé, quien ganó de cabeza a los centrales australianos y efectivizó un centro de Ousmane Dembele. Iban 13 minutos del segundo tiempo y todo estaba liquidado. El segundo gol de Giroud, tras asistencia de Mbappé, fue a los 21 y fue también la decoración merecida de un show sobrio y apabullante de los galos.
Ver a un equipo superior mostrar superioridad dejó envidia en hinchas argentinos que hicieron “doble turno” viendo por la mañana a Lionel Messi y compañía y por la noche a los franceses.
Francia ahora buscará la clasificación a la siguiente fase cuando el sábado enfrente a Dinamarca, a las 13. Túnez y Australia jugarán a las 7, el mismo día.