El técnico y exintegrante de los proyectos Atucha y Emablse, el santafesino Germán Holubicki, visitó los estudios de LT9 y contó cómo fue el desarrollo de las centrales que se enmarcaron en el plan nuclear argentino.
"Nosotros tenemos tres centrales nucleares en Argentina: Atucha I, Atucha II y Embalse. La I tuvo un montón de dificultades, por eso se hizo luego la II con más potencial. Y embalse es una central modelo y está entre las 28 más seguras del mundo", destacó el especialista en diálogo con Adrián Brodsky en Dame Radio.
Holubicki contó que antes del Gobierno de Macri, llegaron a ser 3.400 personas trabajando en la central nuclear de Embalse. "Es una seguridad tremenda, una ciudad dentro de lo que es Embalse. El plan nuclear fue avanzando, pero tuvo un impulso muy grande en 2003 con el Gobierno de Néstor Kirchner. Se crearon organismos nuevos. INVAP comenzó a trabajar con Electroingeniería y se empezaron a realizar reactores nucleares con ingeniería argentina", señaló.
"Y se estaba creando la ingeniería para hacer un reactor nuclear en Argelia y en las afueras de Amsterdam. Yo estaba en el grupo que iba a viajar ocho meses en el primer lugar y casi un año a Holanda. Todas las centrales nucleares tienen una vida determinada de 35 años y después hay que tomar una decisión política: o cerrarla o extenderle la vida para adaptarla a las nuevas exigencias. Cristina Kirchner tomó la decisión de extenderla por 35 años más", recordó.
Y agregó: "Eso nos hubiera permitido tener una soberanía energética enorme. Hubiera bajado el costo de la energía eléctrica de una forma estrepitosa. La central de Embalse genera energía para seis provincias, entre ellas Santa Fe. Hasta se podría exportar a los países limítrofes. Argentina tiene todo ese potencial, pero lamentablemente no se explota".
"En el 2015 con el cambio de Gobierno siguió la extensión de vida, pero de un día para el otro un montón de empresas cerraron. Quedamos en la calle. Éramos 1400 personas en la puerta de la central que no pudimos entrar. Sin aviso previo y con una jugarreta política muy sucia. Muchas de las subempresas habían arreglado con la administración de Macri para que manejen sus números con los contadores para no pagar tantas indemnizaciones y que sea algo abrupto", completó.
Para graficar la situación Holubicki dijo que en el mismo momento en que se enteraban que quedaban sin trabajo, la empresa que los tenía a su cargo se declaró en quiebra. "Yo estaba en Embalse, y Monticelli Hermanos de Río Tercero entró en quiebra en ese momento. Yo soy un simple técnico, pero había ingenieros nucleares del Instituto Balseiro. Había científicos repatriados", se lamentó.
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