El famoso y multitudinario Carnaval de Río de Janeiro se ve ensombrecido por una serie de violentos hechos delictivos que obligaron a las autoridades a reforzar la seguridad en las zonas más turísticas. Es que fueron muchos los visitantes de la ciudad brasileña víctimas de los conocidos "robos pirañas" o "arrastrones". Desde la Policía, de hecho, recomiendan "no sacarse selfies" en lugares con mucha gente y "no ostentar joyas" para evitar los asaltos.
Los robos masivos se registraron en los barrios de playa de la zona turística durante la madrugada de ayer. Grupos de jóvenes armados atacaron a turistas brasileños y extranjeros en las playas de Ipanema y Leblón. Este tipo de delito, cuando ocurre en las playas y con corridas se denomina "arrastão" (arrastrón) en Brasil.
En las imágenes, filmadas por testigos y reproducidas por la cadena de TV Globo, se puede ver cómo un grupo de diez delincuentes agreden a turistas y les roban teléfonos celulares y dinero en una calle de Ipanema. Escenas similares se repitieron en la costanera y en la arena de las playas de Leblón. Estos son los barrios más caros de Río de Janeiro y, junto con Copacabana, los más visitados.
La Policía informó que las víctimas de los robos fueron un español y varios brasileños de otros estados. Una de las víctimas, de hecho, fue el director de una comparsa. Se trata del músico Moacyr Luz, autor del tema de la Escola do Samba Tuiuti, quien fue víctima de un robo cuando llegaba al Sambódromo para participar en el desfile. "No es fácil vivir aquí...", declaró Luz, a quien le sacaron la ropa con la que iba a presentarse ayer en el primer día de actuación de las principales Escolas do Samba. Finalmente Luz recibió una nueva indumentaria y pudo participar en la presentación. "La verdad es que quiero irme a casa para no ser robado de nuevo", declaró el español Nicolás Ctambosky luego de ser asaltado y agredido. Ctambosky y otros viajeros llegados del exterior fueron víctimas de un atraco perpetrado cerca del elegante Hotel Fasano, en el sur carioca. "Yo me quiero ir de aquí, ayúdenme por favor, vinieron unos 50 muchachos y me arrancaron las pulseras", dijo en estado de shock Luiza Eing, de Brasilia, poco después de ser víctima de un "arrastao".
Se estima que llegaron 1,5 millones de turistas a la ciudad para presenciar el Carnaval y la fuerzas de seguridad no dan abasto. Tras los robos, el mayor Iván Blaz, portavoz de la Policía Militar, aseguró que la Policía de Río de Janeiro intensificó los operativos durante el carnaval (se movilizaron 17.000 efectivos), pero prometió un "refuerzo" de la seguridad aún mayor en las zonas turísticas.
Fuente: Ámbito.com
