El doctor en Comunicación y profesor de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), Julio Moyano, dialogó con LT9 sobre el rol de los medios durante la dictadura cívico-militar a 47 años del Golpe de Estado.
"A casi medio siglo del Golpe, sigue siendo un evento muy traumático para toda la sociedad. Y los medios que siempre han tenido un peso muy importante para la vida política de nuestra nación, tuvieron un rol muy contradictorio", afirmó el especialista en una nota con Mariano Bravi y Paola González en Primera Mañana.
Moyano diferenció por un lado "hubo conductas muy valientes de parte de un gran sector del oficio periodístico"; y por otro "hubo conductas repudiables y muy dolorosas de un sector del empresariado periodístico que tomó una actitud abiertamente pro-dictadura o insuficientemente condenatoria. Eso provocó una polaridad que llega hasta el día de hoy".
"El Golpe empezó muy temprano a la madrugada. Y hubo medios que tomaron la decisión de no informar que se estaba quebrando el orden democrático, sino que pareciera que estuviera habiendo un cambio de gobierno institucionalizado. Algunos medios tomaron esa postura de forma consciente, y otros que quizás en el temor a la represión muy brutal que se estaba desatando pensaron que navegar en los bordes podía ser prudente, y no lo fue porque quedaron como cómplices", señaló.
"El diario La Prensa festejó mucho el Golpe, y paradójicamente a los seis años tenía opiniones contrarias. Otro caso paradójico es el de Clarín, porque su conducción empresarial terminó teniendo negocios con la dictadura. Entonces uno ve esa actitud condescendiente con el Golpe como parte de un cruce de intereses muy espurio", expresó.
Y agregó: "Pero hay que decir que al mismo tiempo Clarín fue un especio que protegió mucho a periodistas que quisieron mantenerse a reparo en los años más duros de la represión. Y hubo muchos periodistas que mantuvieron la posibilidad de trabajar cuando había listas negras y censura. Uno tiene de Clarín un recuerdo ambivalente, porque la conducción empresarial tuvo posturas realmente pro dictadura con negocios incluidos. Pero al mismo tiempo la gente del oficio periodístico podían colar un nivel de crítica que no se podía en otros medios".
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