Este viernes por la tarde fueron inhumados los restos de la docente Vanesa Castillo en Santa Rosa de Calchines, luego de ser asesinada este jueves al mediodía en Alto Verde, en la puerta de la escuela Victoriano Montes donde trabajaba.
Con muestras de dolor, familiares, amigos, vecinos y hasta alumnos de Vanesa la despidieron en la sala de velatorios de la localidad. Allí se sumaron las voces de repudio, indignación y pedido de justicia por el crimen que enlutó a la comunidad educativa.
Este sábado al mediodía se realizará la audiencia imputativa en los Tribunales, al autor del homicidio, Juan Ramón Cano será imputado por el crimen. El hombre de unos 30 años estuvo preso y tiene antecedentes de violencia, robo, abuso de armas, amenazas y abuso sexual.
Todos la recordaron como una mujer “luchadora”, “madraza” y “buena persona”. Vanesa trabajaba en dos escuelas. Quería terminar de pagar cuanto antes la moto que había comprado en octubre para poder ir a trabajar sin depender del colectivo. Su familia y amigos le habían advertido en ese momento, preocupados: “Andá en micro. Podés tener un accidente o te pueden robar”. Ella respondía siempre: “Me van a matar, pero a la moto no me la van a robar”.
El móvil del crimen todavía no está claro. La hipótesis más firme apunta por el momento a una tentativa de robo, pero en las últimas horas se sumaron voces que hablan de denuncias previas de la docente en contra del asesino por un caso de abuso infantil.
Los investigadores tratan de determinar si efectivamente hubo una denuncia realizada por Vanesa contra un abusador que vivía cerca de la escuela. La autopsia determinó que murió por 13 puñaladas que le perforaron la espalda, una de las cuales le rompió el corazón.