Finalmente, este miércoles por la mañana el Ejército argentino comenzó con los trabajos para remover el embalse de camalotes y canutillos que interrumpe la navegación en la Laguna Setúbal.
Se trata de la espesa vegetación que se fue sedimentando con el correr de los casi tres años que duró la bajante extraordinaria del río Paraná y sus afluentes.
El personal abocado forma parte de la tropa de pontoneros, que integran el Batallón de Ingenieros del Ejército.
En una nota con LT9, el secretario de Protección Civil, Roberto Rioja, estimó que las tareas "demandarán unos 15 días, y se empezará entre el pilote 2 y 3".
Previo a la intervención, desde distintos sectores trabajaron de forma conjunta en un diagnóstico y una planificación para reducir los riesgos a la hora de empezar de quitar el embalse.
"El trabajo va a ser coordinado con Prefectura Naval Argentina para ir despejando de manera parcial y no provocar efectos no deseados. Se trabajará de lunes a viernes por parte del Cuerpo de Ingenieros Anfibios", completó Rioja.
La explicación del INA
"Lo que hicimos fue medir las profundidades de la laguna, realizar los perfiles de medición de la velocidad de la corriente, porque una cuestión importante cuando se realizan las intervenciones es seguir la dinámica del embalsado de vegetación, cómo va derivando aguas abajo", explicó días atrás la doctora del Instituto Nacional del Agua, Melina Devercelli, en el móvil de Omar Vega por LT9.
En este sentido, señaló que "lo más importante es que el trabajo se va a ir planificando día a día. Recién hicimos una planificación general, pero Municipio, Provincia y Nación estamos coordinados para ir monitoreando las condiciones hidrológicas, meteorológicas, la laguna, cómo va funcionando hidrodinámicamente, y también la operatoria de puerto porque hay que asegurar que todo se haga en las condiciones seguras".