Atenas mostró reacción, tuvo la personalidad que necesitaba, y también contó con juego colectivo para “seguir con vida”. Para estirar una serie tan estresante, pesada, dura, una definición difícil, alejada de la historia del club de barrio General Bustos.
Sigue luchando el Verde para esquivar el descenso y quedarse en la Liga Nacional de Básquetbol, su lugar. Estaba contra las cuerdas Atenas, al borde del abismo, lo sigue estando, pero dio un golpe de autoridad en una serie por la permanencia que le venía siendo esquiva. El elenco conducido por Álvaro Castiñeira superó a San Lorenzo por 73 a 59 en un Polideportivo Cerutti colmado, en ese estadio que lo albergó en tantas grandes noches de partidos por el título. Esta vez, fue para reponerse de las caídas por 65-99 y 81-90 sufridas en Buenos Aires.
Fue el primer paso de los tres que necesita el Verde. Con la victoria, quedó 1-2 abajo en los playoffs para evitar el descenso y forzó al cuarto partido, que se jugará el jueves también en el Cerutti, desde las 22, con las mismas obligaciones y necesidades, ganar. Ganar o descender es la cuestión para Atenas.
Aprendió la lección el elenco de Castiñeira y jugó con intensidad plena a lo largo de los 40 minutos en un encuentro de presión plena. Con el triunfo, le pasó algo de presión al Ciclón, un equipo que no ganó en toda la campaña de visitante. Y quiere llegar al quinto y decisivo partido de la serie (programado para el martes 16 en Buenos Aires).
El máximo campeón de la Liga se hizo fuerte en su casa cuando lo necesita de urgencia. Se presentó con autoridad, y también con el corazón, como se juegan los encuentros al límite. Tras las dos derrotas de visitante, en barrio General Bustos saben que tienen que ir partido a partido, no pueden darse el lujo ni de celebrar de más ni de perder. Le quedan por delante conseguir dos triunfos más para alcanzar el objetivo histórico, y muy complicado, para seguir en la Liga.