El resultado de la pericia balística llegó a Gualeguaychú para confirmar lo que ya se tenía como hipótesis y para argumentar los planteos de las partes querellantes en su intención de solicitar la imputación por homicidio agravado por el uso de arma, vínculo y alevosía.
Estos resultados comprometen aún más la situación de Nahir Galarza, que sigue alojada en la Comisaría del Menor y la Mujer a la espera del juicio oral.
La joven de 19 años es la única imputada y se encuentra detenida desde el mismo 29 de diciembre a la noche. En principio fue alojada en una sala del Hospital Centenario para estabilizarla psíquica y emocionalmente y el 2 de enero fue trasladada a una celda con prisión preventiva por 60 días.
Juan Carlos Peragallo, el abogado que representa a Gustavo Pastorizzo junto a Sebastián Arrechea, confirmó que el informe balístico que realizó la Policía Criminalística en Paraná no deja dudas y señaló que el orificio de entrada en la espalda de la víctima presentaba una “herida por contacto débil”.
Esta denominación significa que la boca de fuego - el cañón del arma- se sostiene suavemente contra la piel.
El orificio de entrada presenta una serie de indicios, como la pólvora y las quemaduras, que confirman que el disparo se hizo a quemarropa, es decir a una muy corta distancia, que sólo el fuego que sale por el cañón puede causar.
Ese primer disparo habría sido el causal de muerte. Ingresó por la espalda, con una leve inclinación ascendente, atravesó el pulmón y salió por el abdomen. Esa herida ocasionó mayor daño que el segundo disparo que fue el que en definitiva terminó matando a Fernando Pastorizzo de 20 años de edad.
Recordemos que el joven fue encontrado a las 5.15 del 29 de diciembre en calle General Paz al 400 por un remisero que pasaba por el lugar. El hombre relató que al acercarse al cuerpo de Pastorizzo, aún agonizaba y movía los labios, por lo que dio inmediato aviso a la Policía y pidió una ambulancia del Hospital Centenario.