"Para Trump, las sanciones han sido muy, muy fuertes. Han tenido mucho impacto", ahondó destacando la "gran ayuda" de China para contener a su vecino y su esperanza de que Corea del Norte esté siendo sincero.
Lo cierto es que, dada la opacidad del régimen norcoreano, los expertos no coinciden en una única razón que explique la repentina disposición de Kim Jong-un a negociar, aunque exponen una serie de argumentos que pueden haber motivado este último giro y alguno de ellos apunta a Trump.
"Presión real"
Uno de los factores que puede haber empujado a Pyongyang a volver al diálogo son las múltiples y duras sanciones que pesan sobre el país, según algunos observadores.
En 2017, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso hasta tres rondas de sanciones a Corea del Norte, la última de ellas el pasado mes de diciembre, anunciada como la "más dura hasta la fecha" con una restricción de prácticamente el 90 % del suministro de petróleo y combustible a la nación asiática.
China, el principal socio económico de Corea del Norte, se comprometió a cumplir con las sanciones al cien por cien y Estados Unidos siguió en paralelo aumentando la presión, con otras medidas unilaterales.