El 1 de agosto pasado, el Tercer Malón de la Paz llegó a Buenos Aires con el objetivo de visibilizar su lucha. El movimiento integrado por unas 400 comunidades originarias de Jujuy, se encuentra hace más de 100 días en la plaza Lavalle a la espera de 4 objetivos principales:
1)Que la Corte Suprema se expida sobre la inconstitucionalidad de la reforma realizada por el gobernador Gerardo Morales,
2) Que el Congreso de la Nación sancione la Ley de propiedad comunitaria indígena,
3)Que el congreso tome las medidas para la intervención federal de la provincia de Jujuy por violencia institucional, persecución y detención de manifestantes y
4) El cese a la persecución, represión, detención y armado de las causas contravencionales por manifestarse.
El día viernes, alrededor de las 10, las y los integrantes del Tercer Malón anunciaron públicamente el levantamiento de la protesta en virtud de los resultados que arrojó el informe de la Comisión de Análisis sobre Violación de los Derechos Humanos en Jujuy, creado con el objetivo de recopilar denuncias sobre los casos de violencia institucional cometidos en la provincia durante las protestas.
El informe reúne testimonios de más de 320 víctimas directas y de 114 comunidades indígenas, además, señala múltiples violaciones a los Derechos Humanos en varias localidades como Tilcara.
Si bien el día de ayer las y los comuneros realizaron de manera publica el anuncio de su retiro, tuvieron un inconveniente con el transporte que los obligo a permanecer en la plaza.
Pese a la decisión inminente de volver a sus hogares y ante la presente dificultad que excede sus posibilidades de traslado, esta mañana aproximadamente a las 6.00, decenas de policías de la Ciudad de Buenos Aires junto con personal de Espacio Público de la misma jurisdicción se apersonaron en Plaza Lavalle, con la orden de desmontar el campamento.
Las y los 'maloneros' denunciaron que la actitud de los efectivos fue “intimidatoria y de hostigamiento”, visitaron cada una de las carpas y amenazaron a las y los campistas con utilizar la fuerza si no procedían a retirarse del espacio público. Además, del personal uniformado con equipo antidisturbios, llegaron varios camiones recolectores del gobierno de la ciudad.
Por estas horas se encuentran reubicados en un costado de la Plaza Lavalle, a la espera de resolver el inconveniente de traslado, mientras la policía avanza con el proceso de desarme de las estructuras.