El tandilense fue mucho más que Federer en el desenlace y se lo llevó por 7-2 con una enorme soltura para conseguir el primer Masters 1000 de su carrera. Será número 6 del ranking desde este lunes y, si el físico lo acompaña, se le abre un inmenso panorama para este año.
El argentino arrancó bien el partido y se llevó el primer set por 6-4. El segundo set fue más complicado. Terminó 6-6 y se tuvo que resolver con un muy parejo tie break que terminó 10-8. En uno de los puntos, Del Potro se perdió la chance de llevarse rápidamente el partido.
Este último fue uno de los más peleados durante la final. Aunque Del Potro se quedó con el primer game para retomar confianza después de haber perdido en el tie break, el suizo no cedió tan rápido.
Impecable, Federer se mostró muy determinante en no cometer errores. Aunque el argentino ganó uno de los mejores games del set, en el 4-3, sin dejarle margen al número uno.
Cuando parecía que todo estaba perdido para el argentino, en un doble match point para el número uno, Del Potro quebró uno de los puntos más decisivos del partido y quedaron 5-5 iguales.
Hasta hoy, el argentino perdió las tres finales disputadas en torneos de esa magnitud: Toronto (Canadá), Indian Wells y Shanghai (China) en 2013.
Federer, campeón este año en el abierto de Australia y Rotterdam, y ganador de seis títulos en Indian Wells (el último en 2017), lidera el historial sobre Del Potro con 18 victorias contra seis derrotas.
La última vez el tandilense se impuso sobre el suizo fue en el Abierto de los Estados Unidos, el año pasado.