Unión fue un equipo desarticulado en todas sus líneas, incluido el cuerpo técnico que no acertó con las variantes en el 11 inicial y terminó perdiendo con justicia en el 15 de abril frente a. Newell's por 3 a 1 en una derrota que duele.
Sorpresivamente el Kily metió mano en el equipo titular y sorprendió con cambios que no resultaron: Pardo por Torrén y Roldán por Mosqueira.
El equipo tatengue no tuvo un rendimiento futbolístico acorde a lo que se esperaba en su estadio y perdió sin atenuantes frente a un Newell's que en 4 fechas tiene puntaje ideal y que tuvo al delantero uruguayo Juan Ramírez intratable desde la efectividad con 3 goles y a un Ever Banega que manejó a los hilos del partido a su antojo.
En el equipo que conduce Cristian González hay muy poco para destacar; algo de rebeldía en Mateo del Blanco que ingresó en el segundo tiempo y que convirtió su primer gol en primera y casi nada más para resaltar desde lo positivo.
Sí para resaltar desde lo negativo fue la falta de intensidad para pelearle la pelota en la mitad de la cancha a Newell's; los preocupantes desaciertos defensivos, la pasividad a la hora de marcar y la falta de seguridad del arquero tatengue.
El balance del partida deja un saldo preocupante porque Unión no tuvo el rendimiento que se esperaba, porque nunca encontró el partido, porque los rendimientos individuales estuvieron por debajo de lo que se pretende y porque no tuvo la lucidez necesaria para meterse en partido y poder revertir la historia que pareció que nunca corrió peligro para Unión.
Lo que se viene para el "tate" es ahora esperar el resultado del encuentro de mañana entre Belgrano y Godoy Cruz; para luego viajar a Mendoza para enfrentarse al "tomba" el próximo martes desde las 21:30.
Seguramente el entrenador cambiará nombres en el 11 incial al igual que ppara este partido ante los rosarinos para tratar de regresar al rumbo del triunfo.
Trabajar, masticar la bronca y sacar fuerzas de su propio corazón es lo que necesita hacer Unión para revertir este mal momento.