Es quizás el calentamiento más famoso de la historia del fútbol. Diego Armando Maradona se apoderó hasta de eso. A todos se les vienen a la mente los botines desatados y el Live is Life de Opus, un video tan popular como los que tienen las mejores jugadas del Pelusa. Son cuatro minutos de video en los que el Diez baila con la pelota, pasándola de un pie a otro, después a las rodillas y a los hombros, hasta dormirla con la cabeza. Tiene más de 20 millones de reproducciones en YouTube, lo que sería -números más, números menos- cincuenta veces más que el video del partido, un Bayern Munich-Napoli de semifinales de la UEFA 1988/89, que se jugó hace 35 años, el.
En la cancha, el baile no cesó. Fue un partido lleno de genialidades de Maradona. Su primera aparición en el Estadio Olímpico de Munich es una apilada; la segunda, un tiro libre que descuelga del ángulo el arquero Raimond Aumann; la tercera, un gol de cabeza que le anulan por fuera de juego. Todo eso en el primer tiempo. Para el segundo se guardó las dos asistencias a Careca para el 2-2, resultado que cerró un global de 4-2 y clasificó a los napolitanos a la final, en la que luego vencerían a Stuttgart.
Ese partido contra el Bayern fue apenas una pequeña muestra de todo lo que hizo Diego en aquel torneo, con participación en ocho de los nueve goles que anotó el equipo en los últimos cuatro partidos, con siete pases-gol y un penal convertido. Jugó al nivel del Mundial '86. A esa altura, ya se había convertido en Dios incluso para rivales como Hansi Flick, extécnico del Bayern y actual seleccionador de Alemania, quien sintetizó aquel partido con una frase publicada por la cuenta oficial del conjunto bávaro: "Fue el que más me marcó en mi vida".
Lo que se viralizó no fue el partido entre Napoli y Bayern sino el calentamiento al ritmo de Live is Life, el baile previo al baile. Y tras la muerte de Maradona, el 25 de noviembre del 2020, se replicó en canchas de todo el mundo a modo de homenaje.