Según las cifras del Indec, en el segundo semestre del 2016 la pobreza en el Gran Santa Fe era de 29,3%, mientras que en el segundo semestre de 2017 el porcentaje disminuyó a 26,4%, lo que representa una baja de 2,9 puntos. En tanto, la indigencia bajó 3,1 puntos en el mismo período.

Con relación a esas cifras, el Coordinador del Movimiento Los Sin Techo, José Luis Salazar aseguró en Primera Mañana por LT9 que "en el gran Santa Fe no se puede apreciar que bajó la indigencia. Lo que hay que entender es ver el núcleo duro de la indigencia es la gente que no puede comer, uno ve en los comedores escolares y de Los Sin Techo una cultura de la escasez y de la exclusión. Es tremendamente obsceno que en Santa Fe no haya familias que no puedan tener 7 mil pesos para comer. Se necesitan 10 millones por mes en la ciudad para terminar con la indigencia y para que puedan comer, nosotros estamos haciendo un plan de Viviendas en Santo Domingo y no podemos terminarlas, todo va acompañado, el hábitat, la educación y la salud. Si multiplicamos la cantidad de familias que son más de 4000 hay que inyectar más de dos mil pesos por familia, el Estado tiene los mecanismos para hacerlo".

Más adelante Salazar indicó que "hay 1665 ranchos en Santa Fe, en los últimos años, podemos decir que mejoraron las condiciones del hábitat en la zona oeste pero la gente no tiene trabajo, los marginados no tienen trabajo porque no están capacitados y segundo porque la changa desapareció, el albañil, la empleada doméstica y los pintores. Hay más de 7 mil chicos que deambulan en la villa que no terminan la primaria y no trabajan. ¿Cuántos van a la Universidad? ¿Cuántos villeros llegaron a la Universidad?", se preguntó Salazar.

"Es doloroso verlo, yo quiero que lleguen 10, 20 o 100, pero estamos lejísimos de eso, esta sociedad siempre llega tarde. Con respecto al hábitat, Argentina firmó todos los tratados internacionales ¿y todavía tenemos casi dos mil ranchos en Santa Fe?", volvió a criticar el referente de la organización.

"El problema de la droga no podemos visualizarlo claramente, ni los papas de los chicos pueden, ahí hay un manto de silencio, nadie sabe bien lo que pasa pero vemos los resultados. nadie habla, es plata líquida para ellos y si hablan se sabe lo que pasa, es complejo el tema, no lo podemos tocar como otros temas como la promiscuidad, el hacinamiento y el alcohol", finalizó Salazar.